BENCHMARK / Las 32 reglas secretas
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
Nunca están de más los consejos prácticos, sobre todo si provienen de un líder probado.
Le comparto las "32 reglas secretas" de Bill Swanson, el director general del gigante militar Raytheon (que da empleo a más de 70 mil personas y tiene ingresos de alrededor de 25 mil millones de dólares).
Swanson tiene más de 40 años en Raytheon y durante su presidencia el precio de la acción se ha duplicado. Además de ser un ejecutivo exitoso, Swanson ganó fama al darse a conocer sus 32 reglas en un artículo de la revista Business 2.0.
No tienen desperdicio:
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Aprenda a decir "No lo sé". Lo utilizará con frecuencia.
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Es más fácil entrar a algo que salirse después.
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Si no lo están criticando, quizá no haga mucho.
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Busque lo que no aparece a cuadro. Muchos saben cómo mejorar lo que se ve; pocos ven lo que falta.
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Si un concepto ya está en una presentación, asuma que el mundo lo conoce y actúe en consecuencia.
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Busque trabajar para un jefe que le diga las cosas como son. Uno no elige a su familia, pero sí con quién trabaja.
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Revise constantemente los hechos para verificar que los beneficios reales de su estrategia son los planeados. Cuidado con la Ley del Movimiento de Newton: su negocio puede seguir moviéndose aun si los beneficios de un plan no se materializan.
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No importa si sus primeras tareas son poco importantes, haga todo el trabajo siempre con su mejor esfuerzo.
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La persistencia o tenacidad lo hará perseverar a pesar de enfrentar dificultades o indiferencia. Que no se le conozca como alguien que empieza bien, pero no termina la tarea.
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Al realizar su proyecto, no espere a los demás. Búsquelos y asegúrese de que las cosas se hagan.
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Confirme por escrito las instrucciones que dio a su equipo y sus compromisos. ¡No asuma que las cosas se harán!
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No sea tímido: hable. Exprésese y promueva sus ideas.
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Los que hablan con conocimiento y confianza reciben los mejores proyectos.
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Busque ser claro y breve en reportes verbales y escritos.
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Sea extremadamente cuidadoso respecto a la exactitud de sus palabras.
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No se le olvide que trabaja para un jefe. Manténgalo informado. Lo que el jefe quiera -siempre y cuando sea ético- debe de tener la máxima prioridad.
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Las promesas, planes calendarizados y estimados son instrumentos importantes en un negocio. No le saque a prometer. No se refugie en: "no puedo estimar eso porque depende de muchos factores".
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Nunca brinque niveles al quejarse. Es seria ofensa mandar un correo de queja sobre su jefe a un...
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