BENCHMARK / Narcisista en jefe
| Autor | Jorge A. Meléndez Ruiz |
"Un poco de narcisismo puede ser algo bueno en muchos trabajos; mucho narcisismo es malo en casi todos los trabajos".
Totalmente de acuerdo con Jeffrey Kluger, autor del libro "El narcisista que vive al lado". Tristemente, vivimos en la era del narcisismo. Están en todos lados. En las empresas... y sobre todo en la política.
"Los narcisistas son particularmente atractivos en situaciones de incertidumbre por la seguridad que demuestran y su tendencia a ir contra la corriente", explica Charles O'Reilly en un artículo reciente.
El profesor de Stanford profundizó en más de 150 estudios prácticos sobre el narcisismo e identificó una de las grandes broncas de este mal: es fácil confundir a un narcisista con un líder transformador.
¡Ja, O'Reilly hasta usa el mismo término que le encanta al narcisista que hoy gobierna desde Palacio Nacional! Vaya casualidad.
Y es cierto. Es fácil confundirlos. Sobre todo en la turbulencia, cuando empleados, accionistas o ciudadanos están ávidos de soluciones y claridad que el narcisista provee fácilmente.
Brinda un falso sentido de seguridad sicológica. Vende respuestas sencillas y rápidas a problemas complejos y añejos. Espejismos vacilones que eventualmente se derrumban.
Un fenómeno aplicable no sólo en la política, sino también en los negocios. Ejemplo reciente: Elizabeth Holmes en Theranos. Ufff, de locos, relee aquí "Mala sangre". Imperdible.
¿Cómo identificar a un narcisista en jefe? El test de los siquiatras para diagnosticarlo incluye cumplir 5 de los siguientes 9 síntomas:
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Un sentido exagerado de su importancia.
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Tiene fantasías de éxito, poder o belleza ilimitada.
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Se cree especial y único y sólo puede relacionarse o ser comprendido por alguien igual de "especial".
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Requiere admiración excesiva.
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Cree merecerlo todo.
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Explota a otros.
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No tiene empatía.
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Tiene envidia de otros o cree que otros lo envidian.
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Es arrogante.
¡Ufff! Trump y AMLO cumplen algunos a pie de juntillas, ¿a poco no?
Sobre Mr. Orange, Tony Schwartz, quien coescribió con Trump "The art of the deal" va más allá. Lo llama "el sicópata en jefe".
Asegura que Donaldo comparte tres rasgos con un sociópata:
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Falta absoluta de conciencia. La capacidad de hacer trampa, mentir, robar y dañar si sufrir remordimiento alguno.
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Ausencia de empatía. Ejemplo: el Covid. El Washington Post analizó 13 horas de comentarios recientes de Trump sobre el virus. Terrible: 2 horas atacando a otros y 45 minutos autoalabándose. ¿Y sobre víctimas y...
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