BENCHMARK / Doveryai no proveryai

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

Este viejo proverbio ruso significa "Confía, pero verifica".

Lo acabo de aprender tras ver la estupenda y terrorífica serie "Chernobyl" sobre el accidente en esa central nuclear en la extinta URSS.

Se me hizo relevante el dicho para México, porque nuestro Gobierno a cada rato pide que confiemos en ellos, asegurando que son distintos.

Bajo el argumento de esta confianza, el Presidente no se cansa de repetir que en un año más habrá resultados en algunas de las bronconas de la 4T, por ejemplo, inseguridad y atonía económica. "Denme hasta diciembre", promete y promete.

Andrés Manuel tiene razón en una cosa: los problemas añejos y complejos no tienen soluciones fáciles y rápidas.

Es más, un año más se me hace poco.

Sin embargo, la clave para resolver un problema complejo NO es la confianza. No. Es la ejecución ingenieril de buenas ideas.

Y sobre todo modificar estrategia y tácticas cuando éstas fracasan. Como bien decía Einstein: locura es hacer lo mismo de siempre y esperar resultados distintos a los de siempre.

Y ahí es donde truena la 4T.

Pretende resultados distintos sin cambiar una implementación ocurrente e improvisada que ha fracasado.

Así les podemos dar 20 años... y nada va a cambiar.

En el caso de la inseguridad, ciertamente que está demostrado que los abrazos no le hacen ni cosquillas a los balazos. Los sermones bien intencionados de Andrés Manuel sirven para dos cosas...

La evidencia del fracaso es contundente. Las estadísticas de violencia no ceden y vemos como una semana sí -y la otra también- traen ejecuciones que parecen sacadas de una película de Tarentino. Nuestra triste realidad supera a la ficción.

Irónicamente, la esperanza de mejora en el tema de la inseguridad puede venir del lugar más inesperado: el otro lado del Río Bravo. De las demandas de Estados Unidos.

"Andrés Manuel López Obrador, presionado por la Administración Trump, ha fortalecido su estrategia para combatir a los cárteles, incluyendo regresar a la Marina a las líneas del frente de la guerra contra las drogas", explica un reportaje reciente del WSJ.

El diario atribuye a estas demandas las recientes detenciones y extradiciones de capos de la droga mexicanos.

Es claro que AMLO no quiere pelear con Trump. Por eso México cede ante las presiones estadounidenses. Ya lo vimos en el tema migratorio. Ahora lo estamos viendo en el narcotráfico.

¡Que bueno! Pero los arrestos no bastarán para detener la violencia. Habrá que reforzar labores de inteligencia para desarmar...

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