BENCHMARK / La crisis que viene

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"Por septiembre/octubre el Gobierno descubrirá que las cuentas no les salen: la recaudación no va a dar el kilo, la economía se va a estancar y los ahorros no serán suficientes para financiar el gasto social. Mercados y calificadoras tocarán entonces la puerta".

Así me dijo hace poco un amigo que precisamente trabajó décadas en una de esas "calificadoras conservadoras fifís neoliberales" y que ahora es banquero de inversión y miembro del Consejo de varias empresas e instituciones financieras.

Alguien que sabe, pues, de lo que está hablando. Es obvia la respuesta del régimen ante estas advertencias: en el mejor de los casos un "les vamos a demostrar que sí se puede", o más bien insultos y ataques.

Sorry, pero así no es. La economía responde a señales precisas y no a rollos genéricos. La realidad sí tocará a la puerta.

Desde el año pasado pronostiqué que si las políticas económicas eran irracionales, la crisis económica se cocinaría "a fuego lento". Que llevaría un par de años mínimo. Ya no estoy tan seguro.

Hay demasiados nubarrones que pronostican truenos y relámpagos. Vamos a repasarlos.

LA TORMENTA INTERNA

  1. Muchas ideas de Andrés son malas (el Tren Maya, cancelar el aeropuerto, enfocarse a CFE y Pemex cancelando alianzas con sector privado y competencia, tirar la reforma educativa, los precios de garantía, la refinería, etc.). Y en muchas otras la estrategia o ejecución son equivocadas, como en el combate al huachicol o el improvisado programa de aprendices.

  2. El margen de maniobra del Gobierno es precario. Imagine, el 28% del presupuesto se destina a deuda y pensiones. En eso sí tiene razón Andrés: administraciones pasadas dilapidaron la bonanza en estupideces y corruptelas. Habría que castigar, no tumbar todo.

  3. Los ingresos petroleros ya no son fuente de financiamiento. La producción está en franco desplome y si hubiese solución, sería de largo plazo (algo dudoso por la estrategia energética).

    EL TEMPORAL EXTERNO

  4. La aprobación del T-MEC no será fácil. Y si Trump se desespera y tumba al TLC o pone aranceles del 25% al sector automotriz, se nos vendrá el mundo encima.

  5. La desaceleración de Estados Unidos es franca. El crecimiento de su PIB pasará de 2.9% en 2018 a 2.3% este año y entre 1.8 y 2% en 2020, en el mejor de los casos.

    Este coctel traerá desaceleración económica, presión presupuestal, reacciones de mercados (aunque no le guste a ya sabes quién) y turbulencia. Por cierto, otros aspectos a considerar:

    1. La inversión...

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