Basquiat: Joven, crítico y genial

AutorMariana Montes

Jean-Michel Basquiat huyó de casa a los 15 años y abandonó sus estudios en la preparatoria Edward R. Murrow a los 17. Pasó noches en las bancas de los parques y vendió camisetas y postales para subsistir.

El artista neoyorkino produjo alrededor de mil 500 dibujos y 600 pinturas, pero su carrera se truncó abruptamente por su muerte, el 12 de agosto de 1988. Tenía 27 años.

En el 2017, sin embargo, una de las pinturas sin título de aquel chico rebelde y sin hogar logró una puja por 110.5 millones de dólares. Es el precio más alto pagado en una subasta por la obra de un artista estadounidense.

"Mientras el mercado aceleraba su paso, los conocedores del arte moderno no dudaban en colocar un Basquiat al lado de un Picasso", señala el comerciante de arte Jeffrey Deitch a The New York Times. "Él ya estaba en una categoría diferente a la de otros artistas de su época".

Para poner en perspectiva su meteórica carrera es necesario conocer el contexto en el que se insertó la obra del artista, ahora que se cumplen 30 años de su muerte.

SALE DEL GRAFITI

Basquiat comienza como artista de grafiti en los 70, donde la cultura del hip-hop estaba en auge, dice Leo Marz, director de la Licenciatura en Artes de la UDEM.

Las calles se toman como escenario de protestas. Las expresiones artísticas de la época van de la mano con esta ideología.

El arte del neoyorkino se enfoca en las dicotomías, el mostrar riqueza y pobreza, segregación con integración, argumenta el autor Fred Hoffman.

"Se genera un fenómeno bastante interesante porque esta desigualdad social que plasma se ve confrontada cuando la gente con poder adquisitivo desea su trabajo", añade Marz. "La noción del artista inocente que no sabe vender su obra se empieza a perder.

"Basquiat experimenta este fenómeno, aunque no podría decirte si era muy consciente de lo que estaba sucediendo. Es la industria la que lo vuelve un fenómeno y finalmente vende sus obras a precios exorbitantes.

"Desde la perspectiva del mundo del arte hasta nos da herramientas para cuestionar cómo funciona la industria".

EL MUNDO, UN LIENZO

El nombre de Basquiat frecuentemente se asocia con los grafitis pintados en los edificios del Lower Manhattan que se firmaron como SAMO.

De acuerdo con investigadores como Franklin Sirmans, autor de In the Cipher: Basquiat and Hip Hop Culture, SAMO significa same old shit.

En una entrevista con la guionista Becky Johnson y la cineasta Tamra Davis, el mismo Basquiat explicó que esta expresión...

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