Balance entre deportividad y comodidad

AutorAlberto Bortoni

Fotografías: Alberto Bortoni

En el mundo automotriz, como en muchas otras cosas, el balance entre deportividad y comodidad es uno de los más delicados, sobre todo si se quiere mantener un precio accesible.

Pero si el precio no es problema y toda la ingeniería de una marca como BMW se pone en marcha, realmente no hay por qué hacer muchos sacrificios y se tienen resultados como el M6 Gran Coupé. Éste es el vehículo más nuevo de la división M de BMW y sorprende por sus capacidades tanto en pista como en la calle.

Con sólo conocer los aspectos técnicos del M6 queda claro que se trata de una máquina de alto desempeño. BMW utiliza el motor V8 con dos turbocargadores para dar vida a esta versión.

Es un motor con la más avanzada ingeniería y con algunos detalles interesantes, como el hecho que a diferencia de los motores V8 convencionales la admisión se encuentra en la parte lateral, mientras que el sistema de escape está en la parte superior central, en donde comúnmente estaría el múltiple de admisión.

Es un V8 pequeño, de sólo 4.4 litros de desplazamiento, pero genera 560 caballos de fuerza; es decir, 127 caballos por litro de desplazamiento. El torque está por las 500 lb-pie entre las 1,500 y 5,750 rpm.

Sin importar en qué se pueda colocar este motor, el resultado sin duda sería un vehículo de alto desempeño.

El M6 es un sedán de tamaño completo, pero BMW lo ha hecho lo suficientemente ligero con el uso de materiales de alta ingeniería que con este motor puede acelerar de 0 a 100 Km/h en sólo 4.2 segundos.

Sin duda la transmisión más cómoda (no necesariamente la más gratificante) es la de siete velocidades de doble embrague. En la modalidad más deportiva y con el control manual tiene una operación tremendamente rápida y con una gran firmeza. Aquí el auto no intenta minimizar las sensaciones para el conductor y su objetivo principal es transmitir la mayor cantidad de potencia y en el menor tiempo posible a las ruedas.

Pero antes de las ruedas hay un último paso, el paso por el diferencial. Es un diferencial activo, de derrape limitado mecánico pero con un control electrónico (no confundir con el derrape limitado electrónico que opera con los frenos en vehículos considerablemente más económicos).

El diferencial tiene un módulo electrónico que se asegura de controlar los discos del diferencial y que transmita la potencia a las ruedas con mayor adherencia. Está completamente integrado con los demás sistemas de control del auto, incluyendo el control...

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