Autos,votos y corrupción

AutorMarco Antonio Martínez

Los últimos dos procesos para elegir presidente de la República han estado precedidos por regularizaciones de vehículos ilegales. Este año la situación se repite.

El número de autos extranjeros que circulan en el país de manera ilegal oscila entre 1 millón y medio hasta 3 millones. Ni las secretarías de Hacienda y Comercio, ni Aduanas, ni las organizaciones campesinas saben con precisión cuántos son.

La situación irregular de estos vehículos ha sido aprovechada por organizaciones campesinas -ligadas principalmente al PRI y en menor medida al PRD- para ganar militancia, la cual se traduce en fuentes de ingreso y votos potenciales en épocas de comicios. Para defender a los dueños de estas unidades, dichas agrupaciones se movilizan y ocupan con frecuencia instalaciones gubernamentales.

Este año surgieron dos medidas para tratar de resolver el problema. La primera fue el decreto firmado el 13 de marzo por el presidente Ernesto Zedillo para la importación definitiva de Pick ups de dos a tres toneladas de peso, de modelos de una antigüedad de 10 años y anteriores.

Otra medida fue la iniciativa del diputado panista Felipe de Jesús Preciado Coronado, aprobada el 25 de abril en la Cámara de Diputados y "congelada" en el Senado cuatro días después. Pretendía regularizar además de todas las Pick ups, los vehículos Sedán y camionetas Van cuyos modelos fueran 1992 y anteriores.

La industria de automotores ha protestado por ambas propuestas. Arturo Avila, representante jurídico de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, argumenta que el decreto, aunque se le llame de "importación definitiva", es una regularización disfrazada. Señala que por cada dos vehículos regularizados se pierde un empleo. En su opinión, la medida obedece más a fines electorales. "Son cuatro millones de votos". Acusa a las organizaciones campesinas de lucrar y de tener lazos con partidos políticos.

Las organizaciones campesinas -las cuales agrupan también a obreros, jornaleros, comerciantes y maestros rurales- aseguran no afectar a la industria de automotores porque no son un mercado potencial para ella. Responsabilizan al gobierno federal de ser el causante de este problema y acusan a las aduanas de permitir el paso de estos vehículos con "mordidas" que ellos pagan.

Soluciones cada seis años

El 26 de abril el presidente Zedillo llamó demagogos a los diputados que aprobaron la iniciativa para regularizar una cantidad indeterminada de autos ilegales. Impulsada por...

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