Atrincheran Cumbre; brotan las protestas

AutorOctavio Pineda

EL NORTE/Enviado

QUEBEC, Canadá.- Quebec se atrincheraba ayer para garantizar la seguridad de los 34 gobernantes que participarán en la III Cumbre de las Américas, mientras los manifestantes iniciaron sus protestas con un "picnic" y el agricultor francés José Bové, convertido en símbolo de la lucha antiglobalización, llamó a combatir por todos los medios -incluso ilegales- a los alimentos genéticos.

El perímetro de seguridad, una valla de cemento y rejas de acero de tres metros de alto y 3.8 kilómetros de largo que pretende evitar que los manifestantes se acerquen a los jefes de Estado y de Gobierno, comenzó a funcionar ayer jueves a partir de las 18:00 locales.

Hasta el fin de la Cumbre, el domingo de noche, la valla aislará los hoteles y el Centro de Convenciones donde están los gobernantes, pero también a restaurantes, iglesias y hogares de miles de quebequenses, que necesitan un pase especial con su foto para entrar y salir del área, y que no podrán recibir visitas durante la reunión.

Las autoridades esperan en Quebec a unos 10 mil manifestantes, la mayoría de los cuales tiene previsto arribar ayer y hoy. Más de 6 mil policías y mil 200 soldados, entrenados especialmente y provistos de balas de goma, ya patrullan las calles de la ciudad.

Siete jóvenes fueron detenidos entre el martes y el jueves en la región de Quebec en posesión de explosivos destinados presuntamente a crear disturbios durante la cumbre.

No obstante, la primera protesta, que reunió este mediodía a unos 300 manifestantes para un singular "picnic", no contó con presencia policial.

En el almuerzo, organizado por el movimiento "Barriga de resistencia del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas)", Bové incitó a los manifestantes a luchar activa e ilegalmente contra los transgénicos.

"Hay que dejar de lado el discurso y actuar. Hay que destruir los campos de organismos genéticamente modificados (OGM). Hay que atacar los laboratorios, que continúan fabricando estas semillas de muerte, hay que atacar los centros de (las empresas multinacionales) Monsanto y Novartis, no hay que darles ni cinco minutos de respiro", afirmó Bové, símbolo de la lucha antiglobalización, en una improvisada tarima.

"No hay que tener miedo de que este combate salga de la legalidad", señaló ante miembros del Movimiento de Campesinos Sin Tierra de Brasil (MST), Greenpeace, Acción Genética (a favor de etiquetar todos los alimentos genéticos), anarquistas, Skaters contra el ALCA y Los amigos de la...

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