Un asueto 'obligado'
| Autor | Leonardo González y Gabriela Villegas |
El Área Metropolitana vivió ayer con "Fernand" un asueto obligado que no estaba marcado en el calendario.
La tormenta tropical , que ayer a las 16:00 horas se degradó a depresión, dejó caer torrenciales lluvias en la Ciudad, que afectaron a los regios que salieron de sus casas, pero mantuvieron a la mayoría de los habitantes refugiados en sus domicilios.
Con las clases suspendidas en todos los niveles y miles de trabajadores a los que dejaron salir temprano, lo que pudo haber sido un caos a causa de lluvias se convirtió en una Ciudad semi vacía, con las calles prácticamente libres de autos, sólo congestionadas en las zonas donde el agua impidió pasar a vehículos y camiones, y con miles esperando transporte público.
Pese a encharcamientos y chubascos las horas pico desaparecieron, pues arterias que generalmente se encuentran ahogadas en el tráfico en días "normales" ayer lucieron prácticamente vacías, incluso en algunas donde la vialidad fue cerrada de forma parcial.
Mientras arroyos como el Topo Chico, el contraste fue el caso de Morones Prieto, Constitución, Venustiano Carranza, algunos tramos de Barragán, Sendero, Garza Sada, entre otras, donde se vio poco tráfico durante todo el día.
"A mí me fue súper bien", platicó René Sosa, quien trabaja en el Centro, "yo salí a las cuatro de la tarde, no había tráfico y casi no me tocaron charcos, como nunca".
A Martín Cárdenas, vecino de la Colonia Tecnológico, le sorprendió que en el Centro de Monterrey, a las 19:00 horas, el tráfico fuera prácticamente inexistente.
"Nunca había visto algo así, la verdad me moví muy rápido a como pensé que iba a estar", comentó.
Pero muchos, no fueron tan afortunados.
En donde si se sufrieron inundaciones como en la avenida Bernardo Reyes, el desorden imperó durante la mayor parte de la tarde. Autos en contra, vehículos varados y hasta una fila kilométrica, desquició a cientos de conductores.
A la altura del paso elevado de Fidel Velázquez el agua llegó en algunos puntos a poco más de un metro de altura, dejando tirados al menos a cinco vehículos que quisieron cruzar pro ahí.
"Tengo que sacar la renta, mantener a mis tres hijos llueva, truena, o relampaguee, tengo que salir a jalar", dijo el taxista Daniel Inostroza, quien se quedó con el carro tirado junto a otros cuatro más, "ahorita espero sea la marcha, que se seque y pues arrancar, no es posible, siempre llueve y pasa esto".
No todos los trabajadores disfrutaron su salida temprano, pues las jornadas acortadas...
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