Un arranque que promete
| Autor | César Vargas |
La victoria de los Tigres anoche 2-1 sobre el Atlante dejó como esperanza que por vez primera en muchos años, los felinos caminan hacia una sólida estructura de juego, aunque dejaron claro que les falta trabajar en esa idea.
El equipo dominó la mayor parte del partido y se puso arriba 2-0, pero al final, luego de un penalti inexistente de Iván Hurtado sobre Víctor Pacheco, los Potros de Hierro se acercaron, para hacer sufrir a los felinos.
El grito de "Tigres, Tigres", entonado por cerca de 42 mil gargantas y que cimbró el repleto Estadio Universitario, le regresó el alma apasionada a un escenario que sabe vibrar como ningún otro en México.
Lo hecho en la pretemporada se reflejó en la cancha, los Tigres, congruentes a su estilo de juego, erráticos, sin embargo, en la definición, pero salvados por un par de tiros de media distancia que Jesús Olalde, a los 29 minutos, y que Sergio Vázquez, a los 59', convirtieron en golazos.
Al encuentro le precedió una brillante inauguración, que dejó el ánimo en lo alto para recibir a unos felinos que estrenaron un uniforme donde la franja se luce más arriba.
Apenas a los 7', el árbitro Felipe Ramos Rizo le anuló injustamente un gol a Ramón Ramírez, quien había recibido un estupendo pase de Joaquín del Olmo a la espalda del defensor, aunque poco antes Gallaga había metido en problemas a su portero Danilo Aceval, al puntear un balón a su arco.
A los 17', Jorge Campos, quien soportó durante todo el partido los gritos de "borrego, borrego" y los abucheos, le detuvo un disparo mano a mano a Vázquez, en tanto que a los 37', el mismo delantero uruguayo de los felinos estrelló un tiro en la horquilla.
Atlante tuvo un inicio esperanzador, al plantarse bien, pero eso sucedió en el primer cuarto de hora, porque después acusó falta de conjunción, encontrándose con un Claudio Suárez mandón.
A los 73', Ramos Rizo le perdonó a Ortegón un empujón sobre Santillana en el área, y después, a los 78', decretó un penalti inexistente a Hurtado sobre Pacheco, que anotó Hermosillo.
Los Potros se lanzaron sobre la meta felina, y por poco el mismo Hermosillo hace el empate, sólo que su remate de cabeza, sin marca, se fue por encima del travesaño.
Tigres sacó una victoria sufrida, pero dejó como esperanza lo que ha intentado durante años y que le puede devolver las glorias perdidas, la posibilidad de una identidad futbolística sumada al potencial individual.
Magna Inauguración
Un espectáculo de primer nivel precedió el inicio del...
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