Apuesta por un lenguaje honesto

AutorNayla V. Magaña

Para precisar la configuración espacial y material de Casa Milán, el despacho BCA Taller de Diseño llevó a la máxima expresión las necesidades del cliente. Aunque esta condición es premisa básica en toda construcción, la firma conformada por Carlos Carreño, Beatriz Bello y Francisco Champion decidió concebir un proyecto en donde el lenguaje fuera del interior hacia el exterior.

"Creemos mucho en generar algo más íntimo, es decir, que el diseño, la arquitectura, empiecen desde el interior para que la volumetría exterior sea una consecuencia a partir de las necesidades internas reales", aseguró Carreño.

El resultado final fue una estructura en desnivel de 200 metros cuadrados en donde los habitantes descubren cada espacio conforme se adentran en el terreno. Para conseguir esta dinámica, se apostó por el uso de dobles alturas y se dirigió la vista del visitante hacia la parte más interesante e íntima del programa: el lado posterior de la residencia.

Además de esta concepción del espacio, la constitución del terreno, no planicie perfecta, sino con accidentes en picada, inspiró a los artífices para que el diseño fuera en crescendo. El punto de arranque fue una fachada discreta. A ésta le sigue una primera planta, la cual elimina muros y exhibe un mueble de madera que ordena y separa los espacios.

"El programa fue definido para una pareja joven, por lo que tratamos de combinar un mismo espacio para todas las actividades y que les permitiera tener diversas dinámicas en una misma zona", detalló Carreño.

Media tabla de barro, piedra de recinto, y madera de encino, todos de origen local, fueron los elementos elegidos, los cuales se integran con el concreto aparente y subrayan...

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