Aprenden a programar de forma intensiva

AutorDaniel Santiago

Un bootcamp es definido como un lugar de preparación militar para nuevos reclutas, con una estricta disciplina, imagen que ilustra lo que un grupo de profesionistas vivió el año pasado en el primer entrenamiento de programación del Tec de Monterrey.

Advertidos de que serían casi cinco meses sin descanso, entregados al mundo de los códigos y de los lenguajes computacionales, jóvenes decidieron invertir tiempo y dinero motivados por el deseo de ingresar a un mundo al que pocos se han animado a entrar, el de la programación.

El bootcamp inició en febrero y para finales de septiembre los jóvenes estaban presentando sus proyectos. Iniciaron sin saber nada de programación, pero ahora se sienten listos para seguir aprendiendo y crear lo que se les ocurra.

"No fue sencillo, este bootcamp se convirtió en el centro de la vida de todas las personas que lo tomamos", contó Patricio Horacio Montes Lozano, mercadólogo cuya inquie tud por emprender proyectos tecnológicos lo llevó a este campamento.

"Fue muy intenso, sin descansos. Pero ahora me siento lo suficientemente seguro para realizar mis proyectos. Todo lo que se me ocurre lo estoy haciendo".

Patricio propuso como desarrollo una plataforma llamada "Yell", que busca aprovechar el tremendo crecimiento que han tenido los e-sports, donde los videojuegos son considerados un deporte, y los videojugadores unos deportistas.

"Nadie está atendiendo esta industria", apunta el joven, "hay problemas en ella, pero también oportunidades. Por ejemplo, si tú eres un jugador que quiere pasar al siguiente nivel y convertirse en profesional, lo primero que tienes que hacer es conseguir un equipo de personas comprometidas".

La función de "Yell" es ayudar a ese jugador a encontrar a otras personas dentro de la comunidad mundial de videojuegos. La plataforma también está diseñada para dar a conocer a un experto como entrenador de videojuegos o ayudar a encontrar marcas que patrocinen a los equipos en esta industria millonaria.

"Ahora me siento en un nivel 6 de 10", señala Patricio, "que es muy completo tomando en cuenta que la programación es gigantesca y siempre está cambiando".

Diana Pérez Ruiz, diseñadora industrial y también egresada de este entrenamiento, ingresó porque quería llevar su negocio de café tecnológico con...

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