Antonio De Nigris: Un llamado a pulso

"Toño "nació un 6 de abril de 1978, en Monterrey, y desde muy chico mostró su carácter inquieto, tanto que, su padre, también practicante del futbol y el trote, le buscó un sitio en una disciplina deportiva, ingresando como a los seis años de edad al equipo Las Torres.

"Como a mi esposo le gustaba mucho el deporte, los enfocamos a todos, "Toño " andaba muy inquietito desde los tres años, jugando en la calle, así que preferimos comprar una acción en el Club Delago ", dice la madre de los De Nigris.

Durante esa etapa "Toño "pasó por varios deportes, jugó futbol americano con los Osos de la Sierra, en la AFAIM, probó también en el basquetbol, pero fue en el tenis donde echó raíces, entre los 10 y 14 años de edad, alcanzando incluso hasta a jugar una Copa Davis Juvenil, en Tucson, Arizona, en la que México conquistó el tercer lugar.

Aunque ya había jugado futbol, el camino de "Toño "rumbo al profesionalismo comenzó a los 16 ó 17 años de edad, cuando se topó con el brasileño Geraldo Goncálvez, quien era entrenador de un equipo de futbol rápido y lo mandó a probar con los Tigres.

Pero antes ya había intentado quedarse en los Rayados, sin conseguirlo, porque el entrenador José Treviño ya tenía completo el grupo de jugadores jóvenes que irían a un torneo en Europa.

En la institución felina el atacante duró un año en el equipo de Segunda División, hasta que, tras un problema con un entrenador, decidió emigrar al Necaxa, institución en la que duró un año más, antes de regresar a Monterrey buscando combinar sus estudios con el futbol.

¿Pero por qué "Toño "dejó el tenis, un deporte que lo había encumbrado a nivel nacional? "El futbol siempre me ha gustado más, es una pasión que yo tengo, es una vida, es otra cosa que a lo mejor no lo puedo describir, pero me encanta el futbol ", dice el jugador.

Ya con la mente puesta en la carrera de Administración de Empresas, en la Universidad Regiomontana, "Toño "probó con el Saltillo de la Primera A, que dirigía Francisco Avilán, y se quedó.

Después de algunos intentos, por .n se encontraba en el tramo final hacia su debut en Primera División, con los Rayados, lo que tomó fuerza cuando el "ojo clínico "de Benito Floro lo descubrió, le llamó al primer equipo y al torneo siguiente de su debut le depositó la confianza de la titularidad.

"Floro ha sido una persona que me ha tenido toda la confianza, me la sigue teniendo, le estoy agradecido enormemente, él lo sabe, estoy comprometido con él, primero conmigo mismo, y...

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