Andrés Oppenheimer / Club protector

AutorAndrés Oppenheimer

Parece una broma, pero el organismo defensor de los derechos humanos de la ONU está presidido por Libia, una dictadura que no ha permitido elecciones libres desde hace 34 años, y que practica la tortura, desapariciones forzosas y el asesinato de opositores políticos.

Como si eso fuera poco, la comisión de 53 miembros, con sede en Ginebra, incluye a muchos de los peores violadores de derechos humanos del mundo, como Algeria, Burundi, China, Cuba, Indonesia, Kenia, Malasia, Nigeria, Arabia Saudita, Sudán, Siria, Togo y Vietnam.

No fue por azar que la comisión la semana pasada aprobó una condena vergonzosamente blanda a Cuba, que sólo le pedía a ese país que permita una visita de un equipo de derechos humanos de la ONU. El Presidente vitalicio, Fidel Castro, inmediatamente rechazó la resolución, cobijándose en su excusa habitual de que una visita de ese tipo violaría la soberanía nacional de su país.

Pero lo más sorprendente de la votación sobre Cuba fue que la comisión rechazó una propuesta de Costa Rica para que la resolución expresara una "profunda preocupación" por la ola de represión que el régimen cubano ha lanzado en la isla.

En las últimas semanas, Castro ha condenado a 75 periodistas independientes y opositores pacíficos a condenas de hasta 25 años de prisión cada uno, y ejecutó a tres personas por haber tratado de secuestrar una embarcación y huir del país, a pesar de que no lastimaron a nadie.

Y tampoco fue por azar que la semana pasada la comisión de la ONU votó en contra de resoluciones que condenaban a Sudán, Zimbabwe, y Rusia. O que, el año pasado, votara por poner fin a los monitoreos sobre abusos a los derechos humanos en Irán, y Guinea Ecuatorial.

"Muchos miembros de la comisión están más preocupados por protegerse unos a otros, que por proteger a las víctimas de abusos a los derechos humanos", dice Joanna Weschler, una funcionaria de la organización independiente Human Rights Watch. "Un bloque cada vez mayor de Gobiernos represivos están obstruyendo cada vez mas las resoluciones que critican a cualquier país especifico".

La integración de la comisión de derechos humanos de la ONU ha cambiado significativamente en los últimos años.

El número de dictaduras que integran la comisión está aumentando cada año, por un motivo muy sencillo: los países democráticos tratan de lograr bancas en otras comisiones de la ONU dedicadas...

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