Andrés Clariond Rangel / Welcome back, Bronco

AutorAndrés Clariond Rangel

El pueblo de Nuevo León llevaba tres meses sintonizando a manera de celebración aquella canción que dice: "Se fue el más amigo, el más broncudo, ya se fue".

Hasta que los consejeros del INE se colaron a la fiesta, apagaron la música y entonaron a capela "Ya llegó, ya llegó, ya llegó Bronco el falseador". Si el Tribunal Electoral no dice otra cosa, pronto tendremos de vuelta al Gobernador independiente ausente de sueños presidenciales guajiros.

Pero antes de resignarse a su "peor es nada" que es ser Gobernador del Estado, el gran Jaime, merecedor de todo en la vida, dará la pelea. Para eso él y su publicista de cabecera, Guillermo Rentería, se inventaron una novedosa catchphrase: "Soy el hijo bastardo de la ley electoral".

Si Jaime leyera algo más que "El Libro Vaquero", se daría cuenta de que está empleando mal el concepto. Un hijo bastardo es quien nace fuera de matrimonio o de padre desconocido.

Rodríguez no es de padre desconocido, es hijo del PRI y del sistema. Sólo un luchador social, un activista o alguien ajeno a la práctica de Gobierno puede llamarse "hijo bastardo de la ley electoral".

"El Bronco" es más bien un hijo convenenciero, como todos los políticos que se cambian de partido o se vuelven independientes cuando ya no consiguen hueso en el instituto político al cual pertenecen. El día que un político renuncie a su partido en la cúspide de su carrera, por principios y no por conveniencia, entonces se podrá autonombrar hijo bastardo.

"El Bronco" convenenciero debe estar muy enojado. Ni con el enorme aparato burocrático del Estado detrás de él consiguiendo firmas logró colarse a la boleta electoral.

¿De qué sirvieron las presiones a organizaciones que reciben apoyos del Estado para que firmaran? ¿De qué sirvió desmantelar el Gabinete y llevarse funcionarios a su aventura? ¿De qué sirvió forzar a tanto burócrata a firmar? Y ahora, pa' acabarla, investigado por desvío de fondos estatales y municipales hacia su campaña.

La molestia del Gobernador de Nuevo León con licencia lo llevó a emular al "Peje" y amenazar con que el fallo del INE en su contra iba a despertar al México bronco. Pero a juzgar por el porcentaje de Jaime en las encuestas, si el tigre de AMLO pondría al País patas pa'rriba, el México bronco de Jaime apenas llenaría la Macro. Sería un Mexiquito bronquito el que desataría Jaimito.

"El Bronco" demuestra que de ciudadano independiente no tiene nada y de grillo consumado tiene mucho cuando responde que el rechazo del INE...

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