Andrés Clariond Rangel / Conversar sin censurar

AutorAndrés Clariond Rangel

Desde el 2007 las noticias de matanzas, secuestros y tortura son el diario acontecer de los mexicanos.

Varias generaciones de compatriotas han crecido sin conocer otra realidad, niños y jóvenes entre los 5 y los 15 años para quienes México es una eterna nota roja. ¿Cuáles son las implicaciones psicológicas de crecer en un ambiente plagado de fatalidad?

Sin menospreciar a las víctimas directas de la guerra contra el narco, niños inocentes como los LeBarón o cualquier otro de los más de 200 mil muertos por la imprudente aventura emprendida por Felipe Calderón hace 12 años, se habla poco de las víctimas de la saturación del tema narco, ciudadanos a quienes esta sangrienta guerra no se los llevó, pero los ha dejado heridos de espíritu.

Después de los acontecimientos estudiantiles de finales de los 60 y principios de los 70, México había sido un país en relativa paz.

Con hechos aislados de violencia y violación de derechos humanos, el partido hegemónico había establecido un ambiente represivo en el que se respiraba una calma chicha que terminó por explotar a inicios del milenio.

Sociedades más propensas a la violencia, como Estados Unidos, las cuales han estado en guerra de forma perene, producen mucha depresión, suicidios y locos asesinos. En resumen, una buena dosis de desequilibrio mental.

¿Es eso lo que le espera a nuestro País? ¿Acaso en el lejano escenario de un triunfo contra el narcotráfico le seguirán las manifestaciones de una sociedad enferma?

¿Qué se puede hacer? Si Gobierno y sociedad son incapaces de salvar a su gente de la sentencia de muerte que pende sobre ellos, rescatar su mente y su psicología se vuelve irrelevante.

La solución más fácil para lo último sería proponer la censura, no sólo de la realidad, sino también de la ficción: que se acaben los videojuegos, los narcocorridos y las películas violentas, dirían las mentes moralinas.

¿Es ésta una solución viable? ¿Taparles el sol con el dedo a una juventud y niñez ultrabombardeadas de información? ¿Esconderles el periódico, cambiar el videojuego de moda, "Fortnite", por las caricaturas de "Los Pitufos" y revisar sus redes sociales? ¿Promover un mundo de fantasía alejado de la realidad en donde los únicos colgados sean los pantalones que cuelga Robotina y el pozolero sea el que atiende la cafetería en "Bob Esponja"?

A propósito de lo anterior, en el pasado Festival de Cine de Morelia el actor José María Yazpik presentó su nueva película "Polvo". Actualmente en cartelera, la...

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