El amor le quita lo implacable

AutorOmar Cabrera

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LOS ÁNGELES.- Si algo ha descubierto Jane Lynch en el 2010 es que, a cualquier edad, se puede disfrutar de una primera vez... o dos.

Y es que el año que está por terminar no sólo le trajo el primer Emmy en su carrera, gracias a su interpretación de Sue Sylvester, la entrenadora de porristas en Glee, sino que dio el sí por vez primera al casarse con la psicóloga Lara Embry.

Esta relación, afirmó Lynch en entrevista, le ha traído a su vida una felicidad que, a sus 50 años, ya no esperaba.

"Siempre quise compartir mis momentos cotidianos con alguien, y es maravilloso tener a ese alguien ahora. Hacemos cosas juntas, pasamos todo el día juntas, nos fascina estar en casa, hemos redecorado todo.

"Tengo una vida completa ahora, diferente; una vida que hace dos años no pensaba que pudiera tener, con tanta felicidad", compartió la actriz con evidente entusiasmo durante las actividades promocionales de la segunda temporada de Glee.

Conocida por sus papeles de comedia, particularmente en televisión, pero también en filmes como Virgen a los 40 y Ricky Bobby: Loco por la Velocidad, la nacida en Illinois agregó que la edad también le ha dado la madurez que no tenía.

"Recuerdo que cuando estaba a punto de cumplir los 40 sí tuve una crisis, me espanté. De pronto me dije: 'No puedo llegar a los 40 con mi ropa sucia', y me fui a lavar toda mi 'ropa'.

"Ahora ha sido más fácil. Este año, en particular, ha sido grandioso. Obtuve el Emmy como Mejor Actriz de Reparto por Glee, me casé y tengo una hija", señaló.

Fue en mayo pasado cuando Lynch contrajo matrimonio con Lara, una psicóloga que conoció en San Francisco y de la que se enamoró a primera vista.

Lara tiene una hija biológica llamada Haden Collete, de 8 años, quien ahora vive con ellas.

"Mi lado materno no es fuerte. Creo que me gustan más los perros y los gatos; si veo a alguno en la calle, posiblemente me lo quede... pero un niño, a menos que sea especial, como ha sido Haden.

"Mi esposa es muy materna, es una gran madre. Afortunadamente, porque a mí no me gusta mucho esa parte; creo...

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