Un amor sin frontera

AutorTeresa Martínez

La maternidad es universal, pero en cada cultura hay maneras distintas de ejercerla, reflexiona la rumana Luminita Albisoru.

"La madre es la misma. Es la que vive en carne, alma y mente para sus hijos, el amor es incondicional. Creo que tenemos formas de acercarnos, quizá tengamos diferencias (culturales)", expresa la catedrática de arte de la UDEM.

En la Ciudad, hay mamás extranjeras que crían a sus hijos entre dos culturas, la de su lugar de origen y la mexicana. Hoy, Día de las Madres, ellas comparten su percepción de la maternidad.

CON ROLES DEFINIDOS

En Corea del Sur, el rol materno está muy definido, pues desde pequeñas tienen clases que las preparan para atender a la familia, expresa Yong Ran Flor Kim.

Ella llegó a México hace 39 años, donde conoció a su ahora esposo, también coreano.

"La mujer está hecha para ser esposa y mamá", opina Kiu Ji Park, hija de Kim, que también es madre. "Creo que por eso les gusta Monterrey a los coreanos de su generación, porque aquí también es así: El rol es muy marcado entre el hombre y la mujer.

"Me acuerdo que mi mamá, en vez de jugar conmigo, me enseñaba a pelar una manzana, a coser, a planchar, ¡imagínate!".

La disciplina y la educación tienen un lugar importante en las familias coreanas. Las madres dan órdenes a los hijos, a diferencia de México, donde se les pide "por favor".

"Las mamás se dedican mucho a disciplinar a los hijos en cuanto a educación y los valores. En cuanto a respeto, lealtad y verdad. Si le das la mejor educación y actividades extracurriculares (a los hijos), ya les das herramientas para destacar", explica Kim.

Además, en su cultura se respeta mucho el espacio personal, por lo que hay cierta distancia o una convivencia un tanto fría en las familias a comparación de México, donde el trato es más cálido.

"La comunicación es profunda; la mamá y el hijo mexicanos se comparten más que los coreanos por la diferencia de cultura, de la distancia y el respeto", resalta Kim. "Por eso los mexicanos son más inteligentes emocionalmente, porque saben disfrutar la felicidad y la vida".

LAS MADRES SON GUERRERAS

Por la constante participación de los rusos en distintas guerras, las mamás son vistas como un héroe a cargo de todo, cuenta Kristina Kosareva, de 30 años, esposa de un mexicano y madre de dos pequeños, uno de 7 y otro de 3 años.

"Históricamente los hombres pasaban mucho tiempo en guerras y las mujeres se quedaban a cargo de todo: casa, hogar, niños, trabajo. Eran demasiado fuertes...

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