Alejandra Rangel / Voces misóginas

AutorAlejandra Rangel

México se encuentra entre los países de América con mayor número de feminicidios.

La ONU ha señalado el incremento de los mismos que alcanzan cifras alarmantes, siete asesinatos de mujeres al día, aparte de denunciar la forma en la que mueren: torturadas, degolladas, acuchilladas, y esto incluye niñas pequeñas violadas y asesinadas.

Estos actos de barbarie revelan el odio ancestral que crece alrededor del hecho de ser mujer, del paradigma de un sistema patriarcal que ha sido construido desde la antigüedad por y para hombres, en el que la mujer representa la sumisión hacia el poder dominante, de acuerdo con la construcción cultural de lo que significa lo masculino y lo femenino.

Dichas construcciones han motivado desde los años 60 movimientos feministas para crear conciencia de las injusticias que se cometen contra las mujeres, la desigualdad de oportunidades, el acoso sexual, la discriminación de géneros que ha llevado a rechazar a los miembros de la comunidad LGTBI, los matrimonios del mismo sexo y tantas otras diferencias que ciertos grupos sociales no logran comprender.

El intento de muchos de estos movimientos ha sido romper el modelo cultural del patriarcado y la ideología de género que predomina en nuestro País, y pugnar por una sociedad más abierta y con mayores posibilidades.

Las estadísticas del Instituto Nacional de las Mujeres muestran que en el 2016 el 48.4 por ciento de los feminicidios fueron ejecutados con armas de fuego, el 17.2 por ahorcamiento y el 16.6 con objetos cortantes. Y revelan una crueldad aterradora como estrangulamientos o sofocación.

Por lo general son sus parejas quienes las asesinan, ya sea por celos o disputas económicas originadas en una atmósfera familiar de violencia psicológica o conductas agresivas estimuladas por el alcohol o las drogas.

El Inegi habla de unos 26 mil asesinatos de mujeres entre el 2000 y el 2014. Y según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, el 60 por ciento de los casos quedan impunes. Esto muestra la nula aplicación de las leyes para protegerlas.

México es un país machista y misógino que sigue teniendo una deuda histórica con las mujeres. Necesitamos políticas públicas efectivas y una voluntad...

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