Alejandra Rangel / Odios e ideologías

AutorAlejandra Rangel

La masacre llevada a cabo por Omar Mateen en un bar gay de Orlando, Florida, donde perecieron 49 personas y 53 resultaron heridas, causó un repudio por el ataque dirigido a la comunidad LGBT -lesbianas, gays, bisexuales y transgénero-, al revelar el rechazo que han sufrido estos grupos, el odio que por motivos de género y orientación sexual provocan no sólo en Estados Unidos, sino en varios países, entre ellos México.

No se sabe si se trató de un acto de terrorismo impregnado de homofobia, de un musulmán radicalizado por la ideología de Estado Islámico, por alguien que se sabía homosexual, pero no lo asumía.

En cualquier caso estos asesinatos vienen a revivir la polémica ocasionada por la propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto para modificar el Artículo 4 de la Constitución, con el fin de igualar los derechos de los homosexuales, esto es, del matrimonio igualitario entre parejas del mismo sexo y el de la consecuente adopción.

Iniciativa que ha movilizado a los sectores más conservadores de la sociedad, manipulados por los líderes de las Iglesias católicas y evangélicas, quienes se pronunciaron con gran ignorancia al respecto.

Ejemplo de ello es el Obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo, quien aseguró que la propuesta de Peña Nieto fue la causante de la derrota del PRI en las urnas.

"Los mexicanos personas normales (sic), que son 99 por ciento, no aceptan el matrimonio entre personas del mismo sexo y prueba de ello son las protestas de reclamo que ha habido en todo el País", dijo.

La ignorancia del Obispo es patente. ¿Qué significa ser "normal"? Dice que son más los heterosexuales y culpa a los padres de tener hijos homosexuales o hijas lesbianas.

Con seguridad no ha investigado a su comunidad, donde encontraría un alto porcentaje de sacerdotes homosexuales que se refugian en los seminarios como respuesta a una sociedad represiva.

De aquí la presencia de tanto pederasta que ha hecho un daño irreversible a miles de niños y que los propios Obispos se encargan de esconder, hasta hace unos años cuando el Papa Francisco decidió castigar e insistir en la gravedad e injusticia de esos actos.

Nos preguntamos de...

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