Alejandra Rangel / La filosofía al poder

AutorAlejandra Rangel

Cuando la política muestra su descomposición es tiempo de impulsar una nueva forma de pensar, lejos de las repeticiones de los discursos falsos y las prácticas inmorales que a todas luces se han vuelto una constante en la sociedad.

La ausencia de la enseñanza de la filosofía está en el origen de nuestros males, porque ella proporciona las herramientas para despertar y ser capaces de cuestionar y percibir el mundo con nuevas perspectivas.

Si Rodrigo Medina se hubiera cuestionado su vida y ejercido la mirada anticipatoria que le permitiera prever el escenario final de su derrumbe, otra cosa hubiera sido el término de su mandato.

Además de que se hace evidente que no tenía la preparación adecuada para gobernar, según datos aportados en sus cuentas públicas, se engolosinó con su imagen y alimentó su ego gastando, sólo en el 2014, 3.5 millones de pesos diarios en comunicación, que no le sirvieron para que su partido se mantuviera en el poder.

De acuerdo con datos del Coneval, en el 2012 había en Nuevo León un millón 132 mil 900 personas en pobreza y de éstas 117 mil 500 en pobreza extrema.

¿Se justificará el dispendio de millones de pesos diarios en la imagen de un gobernante cuyos programas no solucionan el hambre ni los problemas más inmediatos de vivienda, salud y educación de su gente?

Y esto aplica también al ex director de la Facultad de Derecho de la UANL, Manuel Acuña, quien en lugar de enseñar a respetar la legalidad y mostrar el sentido del derecho jurídico a los alumnos, los corrompe con ofrecimientos y acciones ilegales.

Los estudiantes asisten a los centros educativos para aprender a pensar críticamente, no se trata de irlos adaptando a los sistemas que padecemos ni manipularlos a favor de intereses políticos.

Por ello es importante regresar a la enseñanza de la filosofía, comprender lo que significa hablar con autoridad moral.

¿Cómo entender que Rodrigo Medina se deslinda de las acusaciones contra su padre cuando él mismo permitió su injerencia en la negociación de innumerables contratos y en los controles del dinero de la Tesorería?

Y ahora se pronuncia libre de culpa, demostrando una total falta de lógica, pues él es uno de...

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