José Agustín / Blues de garaje, punk y The White Stripes

AutorJosé Agustín

Todo indica que, con sus variantes, está ocurriendo un fenómeno similar al de principios de los años 1970, cuando la superproducción de los últimos discos de los Beatles y del rock progresivo implicaba una gran complejidad de sus conceptos.

También había proyectos muy elaborados, y caros, de Beach Boys, Supertramp, Electric Light Orchestra, pero especialmente de Pink Floyd con su épica sicodélica, el viaje al espacio exterior/interior cada vez más oscuro. El metal pesado compensó un tiempo esta música de alta producción, pero no fue suficiente; después de todo el heavy metal también venía de los 1960 vía grupos como Grand Funk y Black Sabbath.

Por tanto surgió el rock punk, respuesta tajante y lépera no sólo al sistema sino al rock muy elaborado que se estaba haciendo. Era la revolución dentro de la revolución. Esta vuelta a lo básico, desvestido, desaliñado y visceral fue decisiva en la evolución del rock.

El punk (y sus antecesores New York Dolls o Patti Smith) se caracterizó por volver a lo básico y a las rolas cortitas como las de los 50. Por otra parte, en los 1980 destacó el rock de garaje, que en realidad era la versión punketa del rock casero de los 1950. No olvidemos que Ritchie Valens y muchos otros rocanroleros y productores antediluvianos grabaron sus primeras rolas en el garaje de sus chantes.

De hecho, el rocanrol de los 50 cundió porque se hizo en pequeñas compañías que grababan en garajes o en estudios pequeños. Sólo así se esquivó el control manipulador de las grandes compañías, a las que agarraron ahora sí que como al Tigre de Santa Julia y no les quedó más remedio que montarse en lo nuevo y tratar de sacar provecho hasta donde pudiera; ya saben, if you can't beat' em, join'em.

Rock de garaje por tanto implica una producción barata, fuera del sistema porque se hace en casa, como a uno le pega la gana. Ese espíritu en cierta forma también es del de Frank Zappa, las Madres de la Invención y Freak-out, de 1966, o de The Velvet Underground con su sonido áspero y básico, así como de Iggy Pop y los Stooges, aunque hayan grabado en estudios.

El epítome siguen siendo los Residents, que podían ser muy complejos y experimentales pero todo lo hacían con su equipo casero sin tener que ir a las grabadoras. Durante siglos sus discos no estaban en las tiendas y sólo se vendían por correo. De hecho, ya metidos en este tema tan interesante, el rock de garaje también se repite con cada grupo nuevo que produce un demo, como puede, pagando...

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