Adiós al autor absoluto

AutorRebeca Pérez Vega

GUADALAJARA. Fernando del Paso Morente (1935-2018) fue un innovador. Fue un escritor que renovó las formas de la novela, que dejó huella en varias generaciones de autores, fue una mente lúcida y congruente que nunca guardó silencio, que siempre se expresó con ingenio y maestría.

Ayer falleció a los 83 años, pero es un autor sin punto final, con un gran legado que se extenderá más allá de su muerte, expresó la escritora Elena Poniatowska, quien tuvo una relación cercana de más de 50 años con Del Paso y con quien compartió el honor de ganar el Premio Cervantes, el máximo galardón literario en español.

Del Paso fue internado de emergencia el martes pasado por varias complicaciones de salud y a las 9:05 horas de ayer murió en un hospital de Guadalajara, notificó su hijo, Alejandro del Paso.

En los últimos años tuvo una salud disminuida. En el 2013 sufrió un derrame cerebral que le paralizó el cuerpo y le dificultó el habla y además tenía problemas renales, pero no le impedían tener una agenda regular de actividades.

Su última aparición pública fue durante el Coloquio Palinuro a 50 años del 68, el 4 de septiembre pasado en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, donde compartió la mesa con Poniatowska.

"Es una gran tristeza, pero nos deja un legado muy importante. Fernando le dio a México, además de una cauda de palabras maravillosas, una actitud política siempre congruente", expresó la autora de La Noche de Tlatelolco.

El escritor Élmer Mendoza conoció a Del Paso hace ya varias décadas. El mejor legado que recibió de él fue la disciplina y rigurosidad del oficio.

"Es el mejor novelista mexicano de todos los tiempos. Nos deja una obra poderosa, sólida, una obra inmortal", expresó Mendoza.

Del Paso nació el 1 de abril de 1935 en la Ciudad de México. Quiso ser médico, pero la aversión a la sangre lo llevó a estudiar economía y literatura en la UNAM. Desde muy joven sus intereses fueron múltiples. Escribió poesía, dramaturgia, ensayo y narrativa y dejó tres obras fundamentales para la literatura mexicana José Trigo, Palinuro de México y Noticias del Imperio.

Entre sus variadas ocupaciones también se cuentan la de publicista, locutor de radio, dibujante, pintor, amante de la gastronomía, traductor y diplomático. Vivió en Londres y París y a Guadalajara decidió mudarse cuando...

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