Acciones democráticas: ganar, perder y vigilar

AutorFélix Barrón

Las elecciones del 1 de julio dejaron como resultado un País con opiniones encontradas.

Tan sólo el sábado, en por lo menos 28 ciudades, marcharon miles de mexicanos contra lo que llamaron la imposición del candidato de la coalición Compromiso por México, el priista Enrique Peña Nieto, y con la exigencia de anular las elecciones al considerarlas un fraude.

Sin embargo, otro sector de la población, basado en las cifras anunciadas la misma noche del domingo 1 de julio, afirma que "Peña Nieto ya ganó" y que sus adversarios, políticos y ciudadanos "deben aceptar la derrota".

Esas voces, así como las impugnaciones de partidos políticos ante las supuestas irregularidades en el proceso electoral, son parte de un fenómeno social: México está en un proceso de migración hacia una democracia madura.

"La gente ya le agarró la onda al hecho del juego de la democracia", opina Gabriela Cantú, miembro de la Cátedra de Instituciones y Prácticas de las Democracias Contemporáneas del Tec de Monterrey.

"Es algo normal, donde hay partes que dicen que está bien, así fue la elección, mientras otras que aseguran que hay aspectos que revisar. Que todo esto esté sucediendo es parte de nuestra misma curva de aprendizaje democrática".

Otros países con democracias maduras, dice, ya han pasado por este proceso de definición, donde se corrigen fallas, se diseñan nuevas normas y se revisan instituciones, pero para que se dé este progreso es importante la participación ciudadana.

"Somos un país que estamos relativamente novatos en esto de los sistemas democráticos. Evidentemente hay en otras partes del mundo sistemas de tradición democrática que han ido refinando sus procesos".

De esa manera, indica, las diferencias entre posturas, así como las denuncias ante una elección fraudulenta, se deben solucionar apegadas a las leyes, de manera institucional, de tal forma que la decisión que se tome sea objetiva y transparente.

I

De acuerdo con las leyes electorales, hasta que no se resuelve la última impugnación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se declara oficialmente un ganador, indica el politólogo Héctor Alejandro González.

Así que aún no se puede declarar oficialmente al Presidente electo.

Sin embargo, saber perder y ganar en una democracia dependerá de la confianza del proceso electoral, algo que no ocurrió en México, opina el especialista.

"Cuando la gente está viendo el buen funcionamiento de las personas y de las instituciones tiene confianza.

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR