Se abren oportunidades

AutorMa Dolores Ortega

Porque todo negocio requiere siempre de financiamiento, la nueva Ley del Mercado de Valores trajo consigo una nueva figura jurídica de empresa: la Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI), la cual da a los empresarios y a los emprendedores una mayor posibilidad de ser capitalizados, que convertirse en una tradicional Sociedad Anónima (SA), coinciden especialistas.

Norma Hernández, catedrática de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE), del Tec de Monterrey, asegura que la SAPI sirve como instrumento para fomentar y dirigir el capital privado hacia las Pymes que están en altos niveles competitivos.

"La SAPI representa el primer paso para que una 'start up' o una Pyme se vuelva institucional y con posibilidades de ser capitalizada", destaca.

Carlos de la Garza Santos, abogado del Despacho Santos Elizondo, resalta que la SAPI es la Sociedad Anónima moderna, y hacia la cual cada vez un mayor número de empresarios están migrando.

"¿Y por qué esto?, porque la Sociedad Anónima tradicional está muy regulada, tiene muchas camisas de fuerza", añade.

Bernardo Elizondo, abogado fiscalista del Despacho Adame y Elizondo, coincide en que la SAPI, a partir del 2006, cuando sale la nueva Ley del Mercado de Valores, se ha convertido en un vehículo de inversión popular.

"Porque constituye una Sociedad Anónima más flexible desde el punto de vista regulatorio y ofrece un régimen más liberal que una SA, y siguen siendo vigentes varias de las restricciones aplicables a las SA, pero es un vehículo societario más flexible", apunta.

Eduardo Gaona, investigador de la EGADE del Tec de Monterrey, señala que aunque la SAPI fomenta el acceso de las Pymes al capital de riesgo y privado, no es limitativa de este tipo de compañías.

"Ser una SAPI es un régimen voluntario y se puede nacer SAPI o volverse SAPI", indica, "se puede optar por ser SAPI privada, es decir, no cotizar sus acciones en Bolsa ni estar obligada a hacerlo, tampoco está sujeta a supervisión de la CNBV, o bien Sociedad Anónima Promotora de Inversión Bursátil (SAPIB), cuyas acciones se registran en CNBV y se listan en Bolsa (con o sin oferta pública)".

De la Garza Santos explica que efectivamente no sólo las nuevas empresas pueden ser SAPI, sino las que ya existen también pueden convertirse de una SA a una SAPI, a través de una asamblea extraordinaria de accionistas y la modificación a los estatutos.

Hernández añade que una empresa que aspira a convertirse en una SAPI...

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