Abraza México a jóvenes sirios
| Autor | Daniel Santiago |
El sirio Omar Quayson esperó tres años para viajar a México.
Hace un mes por fin llegó a Aguascalientes, sede del Proyecto Habesha ("solidaridad", en árabe), iniciativa que se ha propuesto traer a 30 jóvenes cuyos estudios han sido truncados por el conflicto civil en Siria, iniciado en el 2011.
Al dejar atrás el campo de refugiados donde se resguardaba de la crisis humanitaria descrita como la más grande desde la Segunda Guerra Mundial, Omar se convirtió en el chico número 13 apoyado por Habesha.
Desde el 2015, estos jóvenes han llegado a México, país que representa su única esperanza para prepararse académicamente.
Omar no sabía mucho de México, pero al enterarse de Habesha, comenzó a aprender español en su celular para ser seleccionado y cumplir su sueño de estudiar periodismo.
"Tal vez he tenido poca suerte al estar en la guerra, pero al mismo tiempo tengo suerte porque así formo parte del Proyecto Habesha", dice el joven en un video publicado por la organización cuando aún estaba en Medio Oriente.
En Aguascalientes pasará un año practicando el idioma y adaptándose a la cultura, para después aplicar a una de las siete universidades que se han sumado al proyecto humanitario definido como apolítico, laico y no lucrativo.
En Nuevo León, la UDEM se integró el año pasado a la lista de estas instituciones donde están la Latina de América, la Anáhuac, la Iberoamericana, la UNAM, el ITESO y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
SIRIOS Y REGIOS
Essa estudia comunicación; Ahmad, tecnologías de información; Zain y Enjin, arquitectura; Rasha, ciencias sociales; Silva, odontología; Samah, terapia gestalt; Rinas, relaciones internacionales; Tamer, comunicación; Amer, traducción.
Cada universidad les ofrece una beca del 100 por ciento y Habesha una manutención mensual.
En agosto del año pasado, Hazem Sharif, de 26 años, llegó a la UDEM y se convirtió en el primer estudiante beneficiado por la beca "Dar", que en árabe significa "casa". Va por su tercer semestre en la carrera de administración.
La beca también le ofrece residencias, al mismo tiempo que le pide aportar al diálogo intercultural.
"Cuando llegué aquí hice un programa mostrando tres películas árabes y di una plática de mi cultura", comenta Hazem, quien en el 2013 abandonó a su familia ante el reclutamiento militar forzado.
A la misma carrera y a la misma universidad, en enero llegó Jackdar Mohammed.
"Perdí todo... Llegó el punto en que no podía hacer nada, no podía ver mi...
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