Abel Hibert/ Impuestos: hablar con la verdad

AutorAbel Hibert

Uno de los temas que van a acaparar la atención en abril es la iniciativa de Reforma Fiscal llamada Nueva Hacienda Pública.

El tema no es para menos, ya que los objetivos son reordenar nuestro sistema tributario para buscar que la recaudación fiscal descanse en los impuestos al consumo y no en los impuestos al ingreso; reducir la dependencia de los ingresos del gobierno federal con relación a los ingresos petroleros.

Además, ampliar la base de contribuyentes para evitar que toda la carga impositiva recaiga sobre los mismo contribuyentes cautivos; eliminar algunos regímenes especiales de tributación, para que el criterio para pagar impuestos sea el monto de ingresos o utilidades que uno alcance y no que sea el sector de la actividad económica el que determine si se paga o no impuestos; acrecentar el monto de recursos del sector público para que pueda hacer frente a la deuda pública actual y a la deuda contingente.

Por último, destinar algunos recursos públicos para los programas sociales y mejorar el estado de la infraestructura física de nuestro país.

El objetivo primordial de esta reforma fiscal es buscar recursos de quienes están al margen de sus obligaciones fiscales, no de los mismos contribuyentes cautivos.

Si analizamos en detalle la Reforma que está enviando al Congreso el Presidente Vicente, podemos encontrar elementos para suponer que los que ya pagamos impuestos, nuestra situación fiscal va a quedar neutra.

Vamos a pagar impuesto sobre alimentos, medicinas, educación y otros servicios que antes estaban exentos del pago de este gravamen. Pero, por otro lado, los contribuyentes que pagamos impuestos vamos a observar reducciones importantes en la tasa del impuesto sobre la renta, tasa de cero por ciento para el primer renglón de la tarifa y la reducción de las tasas intermedias aplicables a cada nivel de ingreso.

La reforma contempla el aumento del crédito al salario en 900 pesos anuales para compensar por la reforma al IVA a los contribuyentes que reciben hasta un salario mínimo. En el caso de las colegiaturas, ahora pagaremos el IVA correspondiente, pero al presentar nuestra declaración anual del impuesto sobre la renta, podremos hacer deducible en un 20 por ciento el gasto educativo.

Como podemos ver, lo que pagamos de más por concepto de IVA está compensado por lo que dejamos de pagar de impuesto sobre la renta. El punto interesante es que para poder tener derecho a estos beneficios, debemos estar dados de alta en el padrón de...

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