Al manejar, la visión es primero
| Autor | María Fernanda Torres |
Manejar por las avenidas principales de la Ciudad resulta una odisea, más cuando se conduce en la noche.
En Constitución, por ejemplo, pasando bajo el puente que cruza a Cuauhtémoc, los carriles no están delimitados. Y con todas las adecuaciones poco favorecedoras para los conductores, si buscas la salida a Venustiano Carranza se te puede pasar mientras intentas continuar por tu carril imaginando las líneas que deberían delimitarlo.
Y los señalamientos naranjas que se usan para indicar "Precaución", "Desviación", "Obra en construcción" o "Modere su velocidad" se supone que deben ser visibles en la noche, pero apenas alcanzan a serlo con una pobre iluminación.
Si llevar un coche resulta complicado para alguien con una visión considerada normal, el problema es mayor para aquellos con una visión borrosa o limitada. Peor aún cuando no se conocen las calles ni el rumbo por donde se circula, la luz mercurial es deficiente, hay motociclistas o ciclistas en la calle sin focos apropiados o corredores sin ropa reflejante, o está lloviendo y no funcionan bien los limpiaparabrisas.
Todas estas situaciones viales cotidianas exigen un máximo de visión para manejar de manera segura. Claro, además de saber conducir apropiadamente.
"Cuando la visión está disminuida es más fácil equivocarse de carril, chocar, atropellar a alguien o simplemente tomar decisiones repentinas porque se tiene que estar demasiado cerca de los objetos y señalamientos para poder verlos", manifiesta el oftalmólogo Karim Mohamed Noriega.
"Esto se traduce en un retraso en la identificación de situaciones de riesgo y mayor probabilidad de cometer errores al manejar".
Ojo con los ojos
Contar con una licencia de conducir no es suficiente para manejar un automóvil, es indispensable además tener una buena visión para hacerlo de manera responsable y segura.
Sin embargo, en la Ciudad, para adquirir la licencia no se hace prueba de manejo y de la vista, solamente cuando es la primera vez que se solicita, pero no cuando se renueva. Por su parte los conductores se preocupan más por tener un buen auto que por su salud visual.
Manejar no es un juego, cuando estás al frente del volante requieres de buena agudeza visual para responder oportunamente al proceso de percepción-reacción-frenamiento necesario al momento de conducir.
"Cuando se maneja un automóvil, más del 90 por ciento de la información obtenida del medio ambiente proviene de la visión", explica el oftalmólogo Karim Mohamed Noriega.
"La...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba