Cuida el sobrepeso y las vacunas
| Autor | María Silva |
En los primeros años, la prevención en la salud de los hijos se basa en los cuidados normales del recién nacido. A partir de los 2 años deben vigilar con más énfasis su alimentación para un mejor desarrollo en las etapas siguientes.
Se dice que las mujeres, a medida que van creciendo, dejan a un lado, o toman con poca conciencia, visitar al médico y realizarse los chequeos que demanda su naturaleza, no obstante, de niñas a adolescentes los requerimientos no son tan exigentes.
"La población pediátrica en México está presentando problemas de obesidad y, al convertirse en adolescentes, pueden padecer esta enfermedad crónica, explica Ismael Piedra Noriega, pediatra y director de Ciencias Médicas Básicas de la Escuela de Medicina del Tec.
"Los papás deben asesorarse con sus pediatras o nutriólogos", agrega el especialista. "Ofrecerles alimentos que fomenten hábitos saludables, por ejemplo, las niñas no deben comer golosinas y embutidos, así como yogures y jugos azucarados".
Por el contrario, desde que están en preescolar se recomienda sólo una bebida dulce al día y complementar con agua natural; ingerir cinco a 10 porciones de frutas y verduras, y realizar 30 minutos diarios de ejercicio, como natación, ballet o taekwondo, para fomentar hábitos saludables.
La ensalada verde, aunque incluya varias verduras, equivale a una porción, y hay que agregar frutas en el plato para que desplacen la hamburguesa, el arroz o la carne, por alimentos nutritivos que favorezcan su salud, indica.
Los menores de un año son los que necesitan lácteos, y el yogur en su forma natural o sin mucha azúcar también es aceptable para las etapas siguientes, pero hay algunos productos de este tipo, dirigidos a los infantes, que en realidad son postres que podrían llegar a sumar 3 mil calorías al día, señala Piedra Noriega.
"Es predictivo que si a los 2 años la niña tiene sobrepeso, continuará así en la adolescencia y en su vida adulta, más si sus papás padecen el mismo problema, y se ha demostrado que, incluso a esa corta edad, pueden presentar un alto nivel de colesterol y azúcar.
"Tenemos la desventaja social de que las niñas gorditas son bonitas, entonces ¿cómo le voy a quitar el gusto de que se tome un jugo o una golosina? Pueden comerse un dulce por día, o un poco más el fin de semana, pero luego hay que volver a la rutina", agrega.
Los extremos son malos
En la adolescencia, uno de los factores preventivos más importantes es estar alerta de sus hábitos alimenticios.
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