Pásale a mi cocina / La experiencia del sabor wagyu
| Autor | Paty Bichara |
¡Hola! Los saludo muy contenta y espero que ustedes también lo estén. No hay que dejar que las preocupaciones cotidianas afecten nuestro buen ánimo.
Me parece que todos tenemos muchos motivos para sentirnos felices. Si no lo creen, sólo piensen un poquito y encontrarán un montón de razones para ser agradecidos con la vida.
La semana pasada, un grupo de amigas tuvimos la oportunidad de viajar a Las Vegas para festejar el cumpleaños de una de ellas. La pasamos encantadas y nos divertimos como niñas en dulcería. Nada de shows ni festejo formal, simplemente convivir, olvidarnos un poco del trabajo y de la rutina, y ¡comer rico!
A todas nos encanta el buen comer y Las Vegas es un excelente lugar para ello. Es impresionante la cantidad de buenos restaurantes que hay en esta ciudad.
Nuestras pláticas siempre eran sabrosas y prolongadas, pero la última noche se nos fue la mano y perdimos la noción del tiempo. Se nos hizo tarde, y cuando llegamos sin reservación al B&B del chef Mario Batali, no nos recibieron porque su cocina cerraba temprano.
Medio decepcionadas nos fuimos caminando y encontramos el restaurante CUT del chef Wolfgang Puck; ahí sí aceptaron recibirnos y cenamos delicioso.
Este restaurante se especializa en cortes de carne de calidad suprema. Su menú hace referencia expresa al ganado wagyu, una raza bovina originaria de Japón que actualmente se cría también en otros países, muy pocos, por cierto, entre ellos Estados Unidos, México (Rancho Las Luisas), Australia y Argentina.
Es el ganado de la famosa "Kobe beef", aclarando que hablar de carne Kobe es referirse a la raza wagyu criada en la región de Kobe, pero si es carne de la raza wagyu criada fuera de Kobe, entonces nos referimos simplemente a "carne de wagyu" a secas, ya que Kobe se refiere a la procedencia y no al tipo (todo Kobe es wagyu, pero no todo wagyu es Kobe). El caso es que se trata de carne de excelente sabor y suavidad que deriva de su intenso marmoleado.
Una de las amigas no es muy aficionada a la carne (pidió un lenguado de Dover que le gustó mucho) y las demás nos decidimos por un corte de carne de wagyu. Las guarniciones se piden aparte y optamos por las coles de Bruselas con tocino, cebolla y dátiles, y los hongos salvajes con pimiento japonés (shishito).
Sin duda, fue la mejor cena de todo el viaje; las carnes estuvieron exquisitas y en su punto; el lenguado entero, deshuesado en tu mesa, con un toque de mantequilla, limón y perejil, y las...
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