Proyecto Familia / ¿Por qué es importante recuperar la paz interior?

AutorEduardo Pérez De León

El siglo 21 es un periodo trascendental del desarrollo social de la vida humana.

Nos encontramos en la edad de la madurez, cuando la humanidad ha pasado sus etapas de infancia y adolescencia, ha entrado a la edad de edades, ¡la etapa de madurez!, y necesitamos esforzarnos incesantemente en defender los valores (también llamados principios espirituales), sostener la verdad y obrar con justicia.

El reto del milenio consiste en diseñar "una nueva justicia para una sociedad global".

La paz interior proviene de percatarnos de que todos los seres humanos formamos parte de una misma familia humana. De que es preciso considerar a "la Tierra como si fuera un sólo país y a la humanidad como sus ciudadanos".

La paz en el mundo empieza con la paz en nuestro corazón y en nuestra relación con los demás.

Estarás practicando la paz y la espiritualidad cuando en una reunión en tu empresa estés en desacuerdo, pero te esfuerces en respetar la consulta, y encuentres una solución pacífica, aprecies las diferencias, busques la unidad en diversidad y tu trato con los demás se caracterice por una rectitud de conducta en toda ocasión, donde la corrupción no tiene cabida.

Esta rectitud de conducta con sus inferencias de justicia, equidad, compasión, veracidad, honestidad, imparcialidad y asertividad, se vuelve manifiesta si empleas un lenguaje sereno -aunque estés molesto- y hablas en voz baja y con cortesía.

Los individuos que han logrado pasar por el proceso de lograr su paz interior demuestran tal apertura, empatía y congruencia, integridad, perseverancia y tenacidad en lo que emprenden, que su carácter y sus hechos pueden beneficiar a todo el género humano.

Sin paz interior, nadie está seguro. Donde hay violencia, prejuicio, injusticia o desigualdad, habrá siempre miedo, ansiedad y resentimiento.

Sin paz interior, solemos ver las diferencias no como ventajas enriquecedoras, sino como amenazas a quienes somos y a lo que somos.

Es muy fácil juzgar o criticar a los demás por lo que hemos oído (murmuración) y no por lo que en verdad sabemos.

Muchas veces procuramos primero nuestro beneficio, aunque los demás salgan perjudicados.

Proceder así empobrece las relaciones interpersonales, tanto si se trata de individuos como si se trata de familia o naciones, lo cual trae peleas, disgustos y guerras. La paz en nuestra vida da lugar a la paz en el mundo.

¿CÓMO PRACTICAR LA PAZ INTERIOR?

Busca un lugar tranquilo, sin ruidos (apacible), en tu casa, estudio u oficina, donde...

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