¡De orejas y rabo!
| Autor | Carlos Alberto Ledezma |
En una actuación que apenas duró 20 minutos, pero bien podría compararse con las mejores "faenas", Antonio De Nigris debutó en tierras españolas cortándole "orejas y rabo" al Rayo Vallecano.
El delantero mexicano le respondió a Benito Floro de la mejor forma, anotando el gol con el que Villarreal se impuso 2-1 a los madrileños a dos minutos del final, y haciéndole quedar bien ante los 16 mil espectadores que asistieron al Madrigal para ver su primera actuación.
Ni el mismo De Nigris pudo imaginarse que ese domingo 2 de marzo, se presentaría ante su nuevos aficionados como todo un "matón", que simplemente entra a la cancha para hacer el gol del triunfo, y quedar grabado en la memoria de todos.
Floro, el técnico que lo debutó con Monterrey, y quien posteriormente se arriesgaría a llevarlo al balompié ibérico, había dicho desde un inicio que deseaba contar con el regiomontano para el duelo ante los de Vallecas, dejando entrever la posibilidad de que "Toño" debutara apenas tres días después de haber desembarcado en España.
Con el pase internacional en poder del Villarreal, De Nigris apareció en la banca, sin saber que se convertiría en el héroe de su equipo.
Tras ver como su nuevo equipo se ponía al frente gracias a la anotación de Antonio Guayre, el regiomontano se acomodaba en la banca del Madrigal, pero tuvo que inclinarse un poco para ver el empate del Rayo, el cual corrió a cargo de Luis Cembranos al minuto 68.
El gol de los visitantes aceleró la presencia de Toño en el campo. Había llegado el momento de tomar la alternativa.
Tras ingerir una botellas con agua, y recibir un apretón de manos de Pascualet, De Nigris apareció en el Madrigal.
Como en una mala tarde taurina, aparecieron los silbidos, pero no eran para el ariete, eran para Floro por sacar del campo a Víctor Fernández.
En sus primeros "muletazos" De Nigris mostró nerviosismo, estaba algo perdido al no conocer los terrenos donde se movía, pero aún así se le adivinaban las ganas de agradar al respetable, también era cierto que el público estaba con el "torero".
A Toño le bastó con provocar un corner para arrancar las primeras palmas.
Un par de apoyos con Palermo también gustaron, mientras que el Madrigal, veía posible el sueño de ver celebrar un gol de su delantero.
Parecía que la suerte esperaba el momento propicio para sonreírle a ese mismo jugador que tocó en su debut con la Selección Nacional, cuando le marcó un golazo a Brasil.
Al 88 lo esperado llegó y el mexicano se llevó...
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