Vive una vendimia

AutorAreli Ávila

La máxima celebración de la uva y el vino, la vendimia, es una de esas experiencias en la vida que no hay que dejar pasar, más aún si el eco de esta fiesta -celebrada en el mundo desde la antigüedad y ensalzada a nivel místico por griegos y romanos- se organiza en casa, en las regiones vinícolas de México.

Recorridos por viñedos y bodegas, muestras gastronómicas, catas, conciertos, exposiciones, conferencias, concursos y muchas más actividades son la versión mexicana de la vendimia, a la que acuden miles de personas a Ensenada, en Baja California; a Parras, en Coahuila; o a San Juan del Río, en Querétaro, para brindar por la consumación de un ciclo anual, a cargo de la madre naturaleza, y el nacimiento de otro, en el que intervendrá la mano del hombre para producir vino.

"En un sentido profundo, la vendimia significa el festejo de la abundancia, de la buenaventura. Es la fiesta que se hace para recolectar las uvas que van a convertirse en vino, lo que finalmente se convierte en bienestar para quienes lo procesan y consumen", señala Lorenzo García, experto en vinos, quien subraya las profundas connotaciones religiosas, culturales, sociales y económicas que también posee.

Sin embargo, en el sentido estricto de la palabra, más que fiesta, la vendimia es sinónimo de nerviosismo, suspenso y mucho trabajo, pues se refiere al momento en que inicia la recolección y cosecha de la uva, de lo que dependerá que se obtenga un buen vino.

No es hasta que la uva alcanza su punto exacto de maduración en la planta cuando el productor, el enólogo y el viticultor deciden cortarla, iniciando un periodo de intensas semanas para recolectar uvas blancas -que maduran más rápido-, luego tintas y al final cosechas tardías, explica Rodolfo Gerschman, director de la revista Catadores.

"En México, las fiestas de la vendimia a fuerza tienen que ser antes de que comience la vendimia (cosecha), porque después todo mundo está muy ocupado cosechando, comenzando a fermentar y a trabajar", añade.

Desde el punto de vista estacional, la naturaleza marca las fechas de las vendimias en el mundo. Mientras que en México, Estados Unidos, Europa y en el Hemisferio Norte en general se celebran de julio a octubre, en el Hemisferio Sur (Chile, Uruguay, Argentina, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda) se llevan a cabo en marzo, abril e incluso mayo.

"En el Hemisferio Norte, entre más al sur estás, pegado al paralelo 30, empiezas más temprano en el calendario; si estás más al norte, pegado...

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