VISIÓN ECONÓMICA / El legado del 2014
| Autor | Salvador Kalifa |
El 2014 se caracterizó, esencialmente, por otra decepción en los resultados de producción y empleo en nuestro país. La economía no respondió a lo largo del año a la expectativa de crecimiento de nuestras autoridades, que se vieron obligadas a revisar varias veces a la baja su estimación anual.
Esto se debió, principalmente, a los aumentos de impuestos, la ley de lavado de dinero y un gasto público improductivo, que dejaron un crecimiento del PIB de alrededor del 2 por ciento, cifra mayor a la registrada el año pasado, pero todavía bastante mediocre e insuficiente para elevar de manera sensible el poder de compra de la población.
La inflación, por su parte, se quedó por encima del límite superior del intervalo meta de Banco de México, mientras que en el terreno financiero hubo diversos momentos de zozobra, donde la depreciación del peso y una mayor volatilidad en los precios de las acciones en la Bolsa Mexicana de Valores fueron característicos del año.
En un principio el nerviosismo estuvo vinculado con la posibilidad del final del relajamiento cuantitativo en Estados Unidos (EU) y la expectativa de un alza de tasas de interés en 2015, pero desde el mes pasado la volatilidad se exacerbó debido al desplome del precio del petróleo y a un ambiente político interno poco atractivo.
Esto hace que no obstante las previsiones en enero que colocaban la divisa estadounidense cercana a los 12.50 pesos al cierre del año, esté acabando por encima de los 14 pesos, mientras que el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa, salvo un fuerte repunte, es muy probable que termine con pérdidas en relación con el cierre de 2013.
La caída de los ingresos petroleros deteriora, además, las perspectivas que hasta hace poco tiempo se tenían para México. A principios de enero comentaré lo que ello puede significar para las variables económicas y financieras de nuestra economía en 2015.
El único logro digno de mención en 2104 fue el avance en algunas de las reformas estructurales, después de que se habían empantanado en el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN).
En el caso de la reforma de telecomunicaciones se terminaron las leyes secundarias y los reglamentos correspondientes, y hace poco más de un mes nos enteramos de la primera operación de importancia en el terreno de la telefonía móvil, con la adquisición de Iusacell por parte de ATT.
Es posible que en el futuro veamos más operaciones de este tipo, pero considero que no habrá una avalancha de...
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