La Vida de Cuadritos / Final cortado con machete
| Autor | Arsenia Mata |
TV Docta
Terminó Bajo la Misma Piel y, por lo que vi, no cumplió las expectativas de audiencia que la empresa esperaba con una telenovela que, a pesar de que tuvo un buen arranque y una historia bien aterrizada, al final no daba pie con bola.
Recortaron escenas a lo bruto y nos dejaban con asuntos a medio resolver.
Los villanos estuvieron estupendos. Todos, menos Susana Zabaleta, dieron el ancho esperado y, aunque ya estamos hasta el cogote del eterno gesto de dolor de doña Marga López, la señora sigue siendo una institución, querida, admirada... y la respetamos.
Mal por los editores a los que, me imagino, el productor Carlos Moreno traía a la corre y corre.
¿Qué es eso de cortar diálogos de tajo o no dar el seguimiento adecuado a situaciones clave para el entendimiento de la trama?
Tan sólo en los últimos capítulos vimos cómo Azela Robinson se convertía en madre (vía matriz prestada, porque ella no podía tener hijos) de dos niños.
Pero de pronto aparece paseando a su hijo... sí, leyó bien, a su hijo, porque sólo llevaba una carreola, y la verdad no creo que trajera a un chamaco encima de otro. ¿Dónde dejaron al otro cuate o gemelo?
Esas imprecisiones en los libretos dejaron mal sabor de boca.
Lo peor de todo fue el final entre Miranda (Kate del Castillo) y Alejandro (Juan Soler).
Ella nunca se arregló lo suficiente y como conviene a una señorita de sociedad, y él jamás se cortó la greña que siempre lució relamida hacia atrás al estilo de Henrruchito.
Lo malo fue la locación que escogieron: un mercado de la colonia Roma en el DF.
Afuera del negocio se leía la palabra "mercado" en mayúsculas y, para rematar, nos ponen a Eduardo Capetillo cantando el tema central de la telenovela mientras los protagonistas se acercan uno al otro, se besan y conforme abren la toma se ven varias parejas y personas que caminan a su alrededor... ¡guácala!
Para una historia seria, que empezó bien, que tuvo actuaciones decorosas y elementos bien planteados (salvo la condición homosexual de Alejandro Aragón), esto me pareció una burla.
Fue una tomada de pelo que no se puede perdonar.
Y mire que hace unas semanas puse a esta telenovela como una de las mejores del año. Claro, porque hasta ese momento su desarrollo me pareció interesante y mejor que las historias nocturnas de Televisa, pero con la edición de escenas le dieron en la torre.
Sara (Diana Bracho) se quedó con Joaquín (Pedro Armendáriz) y aunque hubiera sido mejor que perdonara a Bruno (Alejandro Camacho)...
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