Tony Boomer / Entre buenos y malos cierres
| Autor | Tony Boomer |
5 El lunes pasado vimos el final de temporada de Grey's Anatomy y sabemos que sus defensores dirán que ha sido el mejor de muchas temporadas, pero a nosotros nos dejó un raro sabor de boca. Vaya, como que los conflictos estuvieron tan anunciados que para cuando se presentaron ya los conocíamos. Es más, hubo capítulos mucho más dramáticos y polémicos en el desarrollo de la temporada que el mismísimo final. Derek se enojó con Meredith, sí, pues no había de otra. Cristina Yang vuelve a su comportamiento errático... ¿y la novedad? Yang es una genio de la medicina y, como tal, es completamente disfuncional. Y así el resto de los personajes. El final de Grey's Anatomy nos dejó con ganas de más. La séptima superó por mucho a temporadas anteriores en las que los doctores del Seattle Grace Mercy, así que esperábamos mucho, pero mucho más del final. Lo bueno del asunto es que no los terminamos odiando, así que eso ya es bastante.
4 Otra que terminó temporada, bueno, de hecho fueron varias series que terminaron, fue Desperate Housewives. Esta sí es un buen ejemplo de cómo el programa se mantuvo en el mismo nivel de intensidad y cuyo final nos dejó con el corazón arrugado. ¡Qué tristeza ver cómo Tom y Lynette no pudieron salvar su matrimonio! Aunque, claro, Lynette estuvo actuando como loca, peor que Susan, en los últimos capítulos, así que esa separación estaba más que anunciada. Bree tiene nuevo novio, un policía, pero se echa la culpa del asesinato del padrastro violador de Gabrielle, a quien su esposo Carlos asesinó. Susan salva a Paul de las manos de Felicia, mientras Renee sufre por el próximo matrimonio de su ex esposo... ¡muuuchas emociones al mismo tiempo! Sí, ya se, dirán que en qué poca agua nos ahogamos, pero es que la verdad, justo cuando ya no dábamos un peso por esta serie, recibió una bocanada de aire fresco y regresó al gusto del respetable. Terminó la temporada, y ahora no nos queda más que esperar a que inicie la nueva.
3 Vaya que nos sorprendió el caso de la maestra de kínder Martha Rivera y la fama que ganó por proteger a sus alumnos durante una balacera en La Estanzuela. Más allá de si fue bueno o malo que grabara las escenas y se esparcieran por YouTube, de si se exagera o no dándole reconocimiento internacional, de si el hecho es plausible o condenable, debemos decir que esta semana comprobamos que la televisión ya no es más el medio de comunicación por excelencia. Son el internet y las redes sociales. No es que estemos...
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