Tome la sartén por el mango

AutorLeticia Salazar

Seguramente cuando va al supermercado y entra al pasillo de los aceites comestibles se queda frito ante la gran variedad que actualmente hay de éstos.

Que si el aceite de girasol, el de canola, soya, maíz o cártamo, o mejor el alto oléico, el de oliva o el aceite vegetal.

¿Cuál elegir?

De acuerdo con fabricantes, todos los aceites son de buena calidad, sin embargo, cada uno proporciona características propias de sabor, color y niveles de grasas (monoinsaturadas, poliinsaturadas y saturadas), que pueden ayudar al consumidor para utilizarlo en su sartén.

El problema es que todavía muchas personas no leen las etiquetas y la tabla nutrimental, a pesar de que algunos productores las han hecho más sencillas y entendibles.

Amadeo Ibarra Hallal, director general de la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles, Aniame, señala que los aceites proveen ácidos grasos que tienen que ser parte de la alimentación para cubrir necesidades de energía calórica y fisiológica.

Además, añade, son portadores de vitaminas como la E, que es antioxidante.

Las presentaciones de los aceites son dos, explica Alberto Pulido, gerente técnico de Ragasa Industrias, los comestibles puros, que se obtienen de un solo tipo de planta, y el aceite vegetal comestible, que surge de una mezcla de varios aceites.

"Los aceites se refinan para quitarle materiales propios del aceite crudo y se trata de llegar a aceites con sabores muy suaves".

Ragasa Industrias produce entre 12 mil y 15 mil toneladas mensuales de aceite.

Pulido comenta que, actualmente, el mercado está muy competido y en su momento puede traer consigo una guerra de precios, sobre todo si se incrementa la participación de empresas extranjeras.

Actualmente, los precios de los aceites comestibles van desde los 9 pesos en promedio, hasta los 20, en presentaciones de 1 litro; en tanto que el de oliva llega a costar entre 70 y 80 pesos.

Gregorio Gómez Sanz, de Tron Hermanos, dice que algunas marcas están tratando de dar un valor agregado al producto que comercializan para darle gusto al paladar y salud del consumidor.

La compañía presume un aceite llamado Super Fray, especial para freír, con el que la comida absorbe un 25 por ciento menos de grasa que lo normal.

Gómez Sanz dice que entre menos combinación de aceites tenga un producto, es mejor, como los aceites puros.

El de cártamo, agrega, tiene la mitad de grasa saturada que el de oliva; el de girasol humea menos, es de más fácil digestión; el de...

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