Summer time

AutorMaría Fernanda Torres

El calor veraniego no es impedimento para que las niñas se reúnan con sus amigas, mucho menos cuando el centro de reunión es una alberca.

Las llamadas albercadas son el hit en esta temporada, donde el termómetro rebasa los 40 grados centígrados. Y no sólo resultan refrescantes, también se prestan para pasar momentos inolvidables.

¿Quién no recuerda los divertidos veranos de la infancia?

Mientras haya actividades acuáticas de por medio, el entretenimiento está garantizado.

Basta ver cómo se divierten Jimena González, Valeria Cuéllar, Ana Paola y Ana Sofía Palomares, y Samantha y Daniela Rodríguez, quienes se reúnen cada verano a disfrutar de la frescura del agua.

"Jugamos voleibol acuático, platicamos de lo que nos pasó en la escuela, hacemos bromas y nos contamos secretos", menciona Ana Sofía, de 11 años.

"Me gusta juntarme en la alberca porque jugamos, nadamos y platicamos mucho. Para nosotras es muy divertido", agrega Daniela, de la misma edad.

Este grupo de amigas, además de divertirse, sabe tomar precauciones mientras están en la piscina.

"Cuidamos de no empujarnos cuando estamos en la orilla de la alberca, y después de comer nos esperamos un rato antes de meternos de nuevo", comenta Jimena, de 10 años.

Samantha y Ana Paola, de la misma edad, también conocen los consejos preventivos que les dan sus mamás.

"No hay que tragarse el agua, ni aventarse, hay que caminar con mucho cuidado cuando estamos descalzas para no caernos y golpearnos la cabeza con el filo de la alberca", expresa Samantha.

Y después de jugar a la pelota, saltar del trampolín, aventarse clavados y subirse al tobogán, de seguro se abre el apetito. Los snacks más solicitados son los que se sirven fríos, como las frutas o verduras picadas con chile o chamoy, acompañados de agua de jamaica o de limón.

"A mí se me antoja mucho la nieve y las papas", dice Valeria, de 10 años.

Cuidados

Las albercadas se prestan para la diversión, pero también por la combinación de agua y mucho calor se propician ciertos padecimientos, en especial de oídos.

"Al estar mucho tiempo en el agua se producen lesiones en la piel del oído, ocasionando dolor muy intenso, conocido como otitis externa", señala la otorrinolaringóloga Martha Dávalos García.

Para evitar la entrada de agua a los oídos, la especialista recomienda utilizar tapones especiales de natación. Y en caso de presentar molestias, acudir cuando antes al médico para una valoración.

"No se deben introducir objetos para tratar de limpiar o...

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