Sugerencias del Gourmet / ¡Cómo hemos cambiado!

AutorG.L. Othón

Por fin le hicieron justicia a la tradicional clientela del Jac & Ray de Vista Hermosa.

Cuando vi que estaban tirando la madera del local pensé que, como muchas otras cosas, se venía abajo, y que después de tantos años se acababa su historia que ha visto a muchas generaciones pasar por sus puertas.

Luego me di cuenta que sólo se trataba de una remodelación, que ya le hacía mucha falta, porque al entrar ahí se veía bastante viejo en sus instalaciones, además de que no cumplía con lo que se supone se requiere a la vista y en demanda a una zona como ésa.

Y la matriz de esta familia gastronómica sí que apantalla, porque sus tres sucursales en diferentes puntos de la Ciudad ya lo habían opacado.

Claro, tuvo que suceder un accidente que llevó a un carro a embestir parte del viejo local de madera, para que Raymundo Saide le diera su manita de gato, algo que hay que aplaudirle, pues se trata de un restaurante que hoy las nuevas generaciones vistan como antes lo hacíamos nosotros.

Lo importante aquí es decirles cómo ha cambiado, después de tantos años que ha estado plantado ahí, con el mismo sello innovador de entonces, en cuanto a que los meseros deben ser jóvenes y bien parecidos, un atractivo adicional a sus afamadas tortas.

¿Quién podría negar que alguna vez, allá por los 80, no hizo largas filas por una mesa, o si era más joven, pararse casi en medio de la calle, por invasión de espacio, junto con un montón de amigos para ver a cada jovencita guapa que llegaba al lugar?

¡Era un acontecimiento ir al Jac & Ray en domingo! No precisamente a consumir alimentos, sino como punto de reunión de todos los chicos de la Vista Hermosa; era, por así decirlo, el equivalente al Centrito de la Del Valle en cuestión de "ligue".

El tiempo fue pasando y quizá el lugar adquirió otros aires, sin olvidar su estatus juvenil, porque se han ido repitiendo los rostros jóvenes y de cierto look que siguen sosteniendo ese ambiente de antaño.

Sin perdernos más en los recuerdos, les digo que ahora al Jac & Ray podría codearse con los establecimientos cuatro estrellas en cuanto a instalaciones.

Al entrar, el shock es grande después de recordar cómo estaba. La construcción la cambiaron a concreto, con techo de teja de madera, y por dentro las paredes atrapan con los colores rojo y azul, y no lo creerán, pero se siente diferente estar ahí.

Y lo mejor de esto es que están plagadas de pantallas de plasma, muy de moda ahora y no tan económicas en el mercado, y la mirada se pierde...

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