Sugerencias del Gourmet / Un retoño que promete
| Autor | G.L. Othón |
Cuando me dijeron que los restaurantes Pacífica y Atlántica tenían un nuevo hermano de nombre Riviera, quise visitarlo de inmediato porque siempre me ha gustado mucho la comida y el servicio que ofrecen.
Es precisamente por estas razones que siempre están llenos, no importa el día que se les visite, aunque para muchos su verdadero atractivo radica en sus bellas terrazas.
Ahora que conozco a este Riviera, no dudo en señalar que la mejor de todas es la del Atlántica, pero cada una tiene lo suyo.
La ubicación de este nuevo "retoño" me pareció magnífica, porque forma parte de la Plaza Las Villas de Calzada Del Valle, pero también de una avenida que se está convirtiendo en un corredor gastronómico.
Para prueba, todos los restaurantes que se han abierto en la Plaza 401, que está justo enfrente del Riviera y del Umai, que también forma parte de la Plaza Las Villas.
Sólo que el acceso se ubica a la vuelta, sobre Río Caura, en donde está ubicada una escalera que te lleva al restaurante, ubicado en una segunda planta, arriba de La Castellana.
El local, incluyendo la terraza, no es tan grande como la de los otros, pero es encantador. Fue decorado con muy buen gusto, sólo que la iluminación me parece demasiado oscura, tanto, que nos dificultaba la lectura del menú.
Además, para nuestra mala fortuna, la noche que lo visitamos era fría y nuestra mesa estaba justo frente a la puerta que da a la terraza. Raras ocasiones la cerraron y tuvimos que aguantar el frío.
El menú nos pareció estupendo, así que se nos hizo difícil la elección, pero finalmente pedimos como entrada unas tostadas de camarón y otras de laja de atún, además de tacos de langosta.
También degustamos dos cebiches, uno de camarón y otro de callo de hacha, que me gustaron, aunque sabían mucho a limón y el marisco venía demasiado cocido.
Los tacos de langosta sí nos convencieron, al igual que las tostadas de camarón, no así los de laja de atún, cuyo sabor no se percibía ante lo quemado de la tostada y la sobresaturación de fideos de cebolla empanizada.
Después de esta aventura entramos ya al renglón de platos fuertes: mi comadre seleccionó un salmón al grill; mi mujer, un tuna steak; el compadre, un Pacific mahi-mahi; y un servidor prefirió los camarones al mango y chipotle.
Como siempre meto mi cuchara en todos los platillos, me encantó el salmón al grill que no venía en posta, como suelen presentarlo la mayoría de los restaurantes. Éste y los camarones al mango y chipotle fueron lo mejor de...
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