Empresa/ SOS

AutorAlberto Barranco Chavarría

De no ubicar la fórmula mágica las Secretarías de Hacienda, Agricultura y Economía, es decir, Francisco Gil Díaz, Javier Usabiaga y Luis Ernesto Derbez, la catarata podía empezar a desbordarse con una oferta extraordinaria de 160 mil toneladas del dulce, a cuya vera el precio se derrumbaría estrepitosamente.

La paradoja del caso es que el hilo conductor de la catástrofe se ubica en tres renglones de la Miscelánea Fiscal vigente para este año, que aprobó en diciembre el Congreso, a cuya vera se exige que las personas físicas o morales con adeudos fiscales ingresen automáticamente a las listas negras del Buró Nacional de Crédito.

Y hete aquí que salvo un puñado de ingenios, el resto arrastra cuantiosas deudas con la hacienda pública, cuando no con la financiera de desarrollo cuyas facturas están a punto de ingresar al Fideicomiso Liquidador de Instituciones Financieras y Organizaciones Auxiliares del Gobierno Federal (Fideliq).

Y sería ocioso hablar de los cargos pendientes en el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Infonavit...

Como usted sabe, el ingreso de un nombre o razón social al listado de deudores cancela automáticamente las posibilidades de trato con cualquier instancia financiera, sea ésta de carácter público o privado. Y ni modo que el Bancomext se convirtiera en la excepción a la regla al reestructurar el adeudo que se proyectó como un intento de rescate, en el amago de generalizarse la suspensión de pagos en que incurrió el Grupo Azucarero Mexicano, encabezado por Juan Gallardo Thurlow.

La paradoja, pues, es que el pial que entonces llegó como bálsamo, se vuelve ahora como la principal amenaza para la industria, cuyo núcleo central lo constituye un ejército de 400 mil trabajadores, del que dependen un millón y medio de mexicanos.

De hecho, la posibilidad de abrir una ventanilla de empeño para los cuantiosos excedentes en el mercado se abrió semanas antes de los comicios de julio... ante la amenaza de volcar la incertidumbre en votos contrarios al partido en el poder.

La oferta del Bancomext para apoyar a los productores del dulce era ofrecer una línea de préstamos a título de operaciones de reporto, por un monto máximo de 400 millones de dólares, los cuales avalarían la entrega física de los excedentes de producción.

La tasa de interés pactada equivaldría a la Libor de Inglaterra más cinco puntos porcentuales.

De acuerdo a las reglas previstas, la operación podría renovarse a los 45 días de entregados los recursos, con la...

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