Salvaje y divertida

AutorRosa Linda González y Edgardo Reséndiz

Un Dios Salvaje (Gods of Carnage) es un retrato tridimensional de la sociedad contemporánea.

El montaje de Javier Daulte del texto de Yasmina Reza, estrenado ayer en el Teatro Monterrey del IMSS, muestra el verdadero rostro de dos parejas "burguesas y civilizadas" que se reúnen a discutir un asunto de bullying entre sus hijos.

El resultado es una confrontación entre los buenos modales que dicta la convivencia social y la naturaleza salvaje del ser humano, tema recurrente en la dramaturgia de la autora de origen francés.

Y un tema que podría ser árido o trágico, se transforma en una comedia de 90 minutos, sin intermedio, llena de risas a ratos catártica o o meramente de diversión ante las situaciones extremas a las que llegan los personajes.

La traducción de Fernando Mallorens y Federico del Pino ha sido adaptada a la realidad mexicana, con todo el uso del florido lenguaje que eso significa, dándole un tono más ligero y accesible con respecto a la de Broadway, sin perder el trasfondo crítico de la autora ni la profundidad del asunto tratado.

Esto no sería posible sin un elenco sólido y de alto nivel de calidad. Ludwika Paleta, Mónica Dionne, Rodrigo Murray y Flavio Medina entregan un trabajo de ensamble, muy bien logrado y en el que cada uno explota al máximo su papel.

Dionne y Murray son Verónica y Miguel. Ella es escritora con intereses humanistas, él es vendedor de artículos metálicos para el hogar. Annie y Alan, interpretados por Paleta y Medina, son una ama de casa y el abogado de una firma farmacéutica.

Ellos esconden una personalidad primitiva, la intolerancia y la incomunicación detrás de la buena ropa y los convencionalismos.

Hay una muy...

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