Rosaura Barahona / La verdad oculta

AutorRosaura Barahona

El jueves pasado abrí El Heraldo de Chihuahua y en la página 11B de su sección internacional leí una entrevista que se le hizo a Monseñor Ignacio Carrasco de Paula.

Me sorprendió su lectura porque Carrasco de Paula se opuso y criticó abiertamente, a nombre del Vaticano, la entrega del Premio Nobel de Medicina 2010 a Robert Edwards, el padre de la fecundación in vitro.

Si usted busca en internet y lee el texto antes señalado, verá que repito sus declaraciones. Catalán, médico cirujano y profesor de Bioética de la Universidad del Sagrado Corazón, Carrasco es de la Prelatura del Opus Dei y fue nombrado por el Papa Benedicto XVI presidente de la Pontificia Academia para la Vida, o sea, es la voz más autorizada en esos temas.

La entrevista fue hecha porque "hay una cierta falta de uniformidad informativa por parte de los exponentes del Vaticano" y, de verdad, no tiene desperdicio. Ahí explica que "la Iglesia prohíbe el uso del preservativo única y exclusivamente en el acto conyugal y en este contexto permite utilizarlo cuando uno de los miembros de la pareja tiene una enfermedad infectiva, ello con el fin de evitar el contagio".

Más adelante aclara que se considera acto conyugal la relación entre dos personas unidas por el matrimonio; ahí la contracepción es una práctica inaceptable, pero fuera de ese contexto "el uso del preservativo no tiene un preciso ni directo significado moral", aunque subraya que no se trata de usarlo para el desenfreno sexual ni para acabar con el problema del sida, que es muy complejo.

Otra declaración muy alejada de lo que aseguran los católicos latinoamericanos conservadores es la referente a las consecuencias y los actos de una mujer que haya sufrido violencia sexual: "Cuando una mujer sufre una agresión sexual tiene todo el derecho del mundo a evitar las consecuencias de esa violencia. Por lo tanto, si existe un fármaco que evite la concepción, tiene derecho a utilizarlo. En este caso, el acto moral al tomar un fármaco semejante no puede considerarse anticoncepción porque no hay un acto conyugal; lo que ha habido es violencia".

O sea que Gerardo Garza Sada y su infame e inhumana declaración de "la violada, violada se queda", cuando era Diputado panista en 1999, nada tiene que ver con la realidad de la Iglesia católica a...

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