Rosaura Barahona / Sí tenemos derechos

AutorRosaura Barahona

A raíz del artículo sobre Ratzinger y el Papa recibí mensajes electrónicos de todo tipo. Deseo compartir con ustedes la cereza del pastel.

Una mujer regiomontana, que no me autorizó a usar su nombre, cierra su texto así: "Qué bueno que te dediques con tus acciones a contradecirlo (al Papa) en todo, por cierto, parece que acaba de decir que está prohibido suicidarse ¿como para cuándo piensas contradecirlo?"

Cuando le pregunté si no le temía a los malos deseos porque nos dañan primero a nosotros mismos, respondió que era broma, pero si usted leyera su texto sabría que no lo era. En fin.

Entremos al tema de hoy. EL NORTE de anteayer, en su sección Consumidor, trae una nota de Juan Antonio Lara: "Defienda sus derechos en EU."

Leo Montalvo, Alcalde de McAllen, Texas, explicó que los visitantes de las ciudades fronterizas tenemos derechos que están protegidos y debemos quejarnos cuando "recibamos mal trato de los oficiales estadounidenses al cruzar los puentes internacionales o un producto o servicio no cumpla lo prometido o esperado."

Muchos regiomontanos, tenemos una relación frecuente y cercana con el sur de Texas. Lo que dice Montalvo es importante. Los visitantes, incluso con todos sus papeles en orden, se intimidan ante la presencia del aduanal. Leo indicó que "los turistas mexicanos no deben tener miedo a represalias, ya que ninguna visa se puede cancelar sin la autorización de un supervisor en el puente internacional."

"Al que no habla, Dios no lo oye", recordó el alcalde originario de Cadereyta y exhortó a los turistas a presentar sus quejas.

Muchos de nosotros hemos tenido alguna experiencia desagradable, pero si vemos la cantidad de veces que hemos cruzado el puente, no es significativo. La mayoría de las veces nos atiende un hombre o una mujer que hace las mismas preguntas: "De dónde vienen, a dónde van, cuánto tiempo van a permanecer ahí y qué traen?"

Esporádicamente, nos piden abrir la cajuela para revisarnos. Han sido entrenados para ser sobrios, pero correctos. No hay bromas, no hay comentarios amables y no hay nada más allá de lo indispensable. Lo cual no está mal.

Los mexicanos bromeamos por y con todo; de ahí el letrero que nos advierte no bromear respecto a llevar animales, plantas o armas ni más de 10 mil dólares sin declarar.

Hay, sí, agentes rudos y groseros, como en todos los países. Uno de ellos, en el puente de Laredo, le acaba de romper en tres el dedo pulgar a una amiga mía. Le cerró la cajuela del carro encima del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR