Rosaura Barahona / El qué y el cómo
| Autor | Rosaura Barahona |
México es, como tantos otros países, muy complejo. Igual que Brasil, por ejemplo, desde hace años ha tenido un futuro promisorio. Para alcanzar ese futuro debe dar un salto hacia delante en varias direcciones.
Muchas cosas (entre las que nos contamos los mexicanos), sin embargo, lo mantienen arranado y el futuro promisorio debe resignarse a seguir en su estado de presente acedo.
A menudo me acusan de ser crítica y de ver amargura por todos lados. Me exigen ser propositiva, como se dice ahora. "¡No critique, proponga!", dicen.
Lo que mucha gente no entiende es que arriesgarnos a criticar en un país que apenas se está acostumbrando a ello, es una manera de participar en las nuevas propuestas.
A menudo, a pesar del optimismo al que nos aferramos, no es fácil luchar contra la desesperanza. Déjeme compartir, a manera de ejemplo, algunas experiencias recientes.
Vi cómo un limpio mercado popular se llenaba de basura minuto a minuto hasta convertirse en muladar. La gente ni siquiera tiraba las cosas al suelo, las dejaba caer, como si el piso fuera uno de los enormes botes de basura que se aburrían, ignorados y despreciados, frente a ellos.
Un día después me entero que la CTM ya reinició, por estos lares, una actividad intensamente revolucionaria: vender protección, como en las películas, a quienes inician construcciones legales y autorizadas.
¿Por qué se dejan chantajear?, pregunté. "Para que no nos desaparezca el material de construcción, no nos inventen demandas en conciliación con testigos fabricados, no se nos "accidenten" albañiles y no se traspapelen los pagos de las cuotas del Seguro. Es más barato pagarles".
Y, horas más tarde, los comentarios de varios amigos que han cruzado la frontera de McAllen a Reynosa.
Uno se topó con retenes ilegales. Había pagado derechos. Llegó a la garita del 26, mostró el recibo y le dijeron adelante. Poco después, apareció un retén ilegal. Ya sabe usted. ¿Qué trae? Pagué derechos. No le pregunté si pagó o no, le pregunté qué trae. Mercancía legalizada. Estaciónese.
Mi amigo se hizo a un lado y decidió no alebrestarse por temor a que le sembraran algo y, después, lo acusaran de cualquier cosa.
Una de las chicas que lo "revisa" debe ser la novia de otro que permanece en la sombra dentro de una camioneta con vidrios oscuros. La chica, con una gorra a todas luces ajena, pregunta y exige mientras sonríe coqueta hacia la camioneta del novio. ¿Será una nueva manera de eludir el aburrimiento y la rutina?
La chica...
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