Rogelio Ríos/ Responder por sus actos

AutorRogelio Ríos

"Se fue como una quimera mi juventud la primera"

Antonio Machado

Para abordar el problema del alcoholismo, los ángulos son inacabables. Un agudo lector me comentaba, por ejemplo, su desacuerdo con los programas del "conductor designado" por extender una especie de certificación o consentimiento tácito de la autoridad a que el resto de los jóvenes, salvo el que maneja, se emborrache alegremente.

Otro amable lector me hizo llegar un documento sobre el cual deseo comentar. Se trata del artículo "La moralidad del alcoholismo", de Gary S. Stofle, derivado de una ponencia que el autor presentó en un congreso de la National Association of Social Workers de los Estados Unidos.

Dirigido a trabajadores sociales y terapeutas que atienden a enfermos alcohólicos, las reflexiones de Stofle son de interés general, particularmente en una época en la cual crece rápidamente el problema del alcoholismo en nuestra sociedad.

Cuando un alcohólico desbarra en público, se altera, deprime o violenta, golpea a su mujer o provoca un accidente de consecuencias fatales, la primera reacción es de furia y coraje en contra del "borracho alborotador". La sociedad, las autoridades y los medios de comunicación se les van encima, y encuentran en él un blanco perfecto para descargar su rencor, incomprensión e ignorancia.

Esta es la postura de los que el autor califica como los "inmoralistas", quienes consideran al alcohólico como alguien que no tiene moral, un "pecador" o "debilucho moral". Para ellos, el alcohólico tiene la posibilidad de escoger la opción de no beber; no lo hace porque es un ser moralmente inferior, alegan. Por tanto, para ellos el alcoholismo no es una enfermedad.

Aristóteles, Kant y "muchos otros filósofos", escribe Stofle, "ven a los alcohólicos con poder de elección en cuanto a beber o no -el acto de emborracharse es voluntario, así que a la persona que se emborracha puede considerársele responsable en un nivel moral".

La persecución, discriminación, encarcelamiento, tortura y muerte de los alcohólicos en épocas pasadas, son prueba de que ése ha sido el enfoque social predominante frente al alcoholismo.

Con esta visión, ¿a quién le importa ayudar a un alcohólico?"El alcohólico pudo haber sido socializado en un lugar donde el alcoholismo se ha entendido como falla moral y el alcohólico es visto como 'pecador' o 'debilucho moral'", considera Stofle.

"Habiendo sido desarrollado con ese par de creencias, se le inhibirá fuertemente a ese alcohólico tanto para...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR