Miguel Reyes González / Castigar el despilfarro

AutorMiguel Reyes González

¿Cuánta agua potable es mal utilizada cada año en los hogares de Monterrey y su área metropolitana? ¿Lo sabe el organismo estatal encargado de proveer el vital líquido?

Si la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) tiene el dato, no lo ha dado a conocer. Si carece de tal estadística, tampoco lo ha dicho.

Ambos casos reflejan el grado de importancia que AyD le da a un hecho que es irrefutable y condenable, como es el desperdicio de este recurso fundamental. Ello, a pesar de que se advierte una escasez de agua, en menos de dos años, por falta de lluvias.

Semejante indiferencia de la paraestatal puede inferirse de las declaraciones del director de Comercialización de AyD, Tomás Garza Guillén, publicadas ayer en EL NORTE. Este funcionario no comentó sobre el derroche, pero sí enfatizó la disminución en el consumo de agua de los usuarios metropolitanos en los últimos 16 años.

En 1997, el promedio de consumo mensual era de 19 metros cúbicos (equivalentes a 19 mil litros) por usuario (cada usuario es un contrato que puede abarcar hasta 4 ó 5 personas, según AyD). En el 2013, el empleo de agua para uso doméstico bajó a 15 metros cúbicos.

Para tener una idea del nivel de consumo promedio de los habitantes de la zona conurbada de Monterrey, aquí se utilizan entre 120 y 130 litros diarios de agua por persona. En el Valle de México, cada individuo se despacha en promedio 300 litros al día, según un estudio del Banco Mundial, publicado en marzo del 2013.

Esta significativa reducción en el uso del agua, de acuerdo con AyD, es fruto de una campaña permanente de concientización, que se lleva a cabo desde 1986. Aunque la nota periodística menciona que dicho esfuerzo se enfoca a estudiantes y no a la población en general.

Sin el ánimo de escatimar un logro tan importante, creo que tampoco se puede soslayar que ese promedio de uso diario en el área metropolitana de Monterrey esconde la utilización excesiva o para fines cuestionables del mencionado líquido.

Bajo el argumento de que los nuevoleoneses gastamos menos agua que antes, no puede permitirse que algunos, muchos o pocos, la utilicen como les dé la gana. Tampoco es válido el alegato de quienes afirman tener el derecho de abrir la llave indiscriminadamente, porque pueden pagar el recibo.

Este lunes, EL NORTE volvió a poner en evidencia cómo hay residentes que carecen de la menor conciencia en el cuidado...

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