Inspiración renovada

AutorCarlos Daniel Riojas

Entre la nostalgia de entusiastas del diseño por la estética de los 50 y 60, y su búsqueda de una calidad que distinguió al mobiliario de esos períodos, las piezas que decoraron y amueblaron los espacios de antaño vuelven a tener presencia en el interiorismo actual gracias a su restauración.

Ya sean conocedores que distinguen y valoran la obra de firmas ya clásicas como Herman Miller y Knoll, o aficionados del diseño que aprecian líneas sencillas y atemporales en una silla o sofá, sin importar su marca, este nicho privilegia una pieza de periodo restaurada sobre una de manufactura reciente.

"Es gente joven que busca la diferenciación. Tener en su casa un ambiente diferente a lo que se vende de manera masiva, y que además distinguen los materiales de calidad superior a los que comúnmente se usan hoy", explica Rubén Garza, de Living Eclectic, establecimiento que ofrece muebles nuevos, restaurados e intervenidos.

Gracias a ellos, según el experto, se ha impulsado el rescate de piezas vintage de estilo escandinavo, que sigue los principios de depuración, comodidad y funcionalidad, y que predominó en las décadas intermedias del siglo pasado.

Sofás, sillas, sillones y mesas de ese estilo, principalmente, son solicitadas a Garza, quien dependiendo del estado en el que se encuentra la pieza, su valor histórico, lo particular de su edición y las necesidades del cliente, somete el mobiliario a un proceso de revitalizado.

"Hemos tenido de todo, piezas de Eames, McCobb, Van Beuren, y su antigüedad y procedencia marcan la pauta para iniciar su restauración, que involucra expertos en maderas, metales, tapices, pieles, etcétera.

"Por eso la renovación de una silla puede llevar hasta 20 días, en los que también se toman decisiones respecto a la modernización de la pieza o la conservación de su estilo original, como en su tipo de tapicería, por ejemplo".

TESOROS REGIOS

En Monterrey, como lo apunta Garza, también se cuenta con la ventaja de la herencia que han dejado fábricas y firmas como La Malinche, mueblera regiomontana que operó durante más de 6 décadas y cuyo mobiliario ha empezado a revalorarse.

La calidad de las piezas de La Malinche, fabricadas en su mayoría en olmo y encino, maderas de alta resistencia, y el estilo danés que adoptaron alrededor de 1960, han dado un valor especial a...

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