Regio en la cima

AutorEnrique Fortuna

Monterrey alcanzó el cielo...

Por primera vez en la historia de Nuevo León, un regiomontano hizo cumbre sin oxígeno en la sexta montaña más alta del mundo, el Cho Oyu, ubicado en Los Himalayas, a 8 mil 201 metros de altura sobre el nivel del mar.

Después de varios intentos, el montañismo de Nuevo León se bautizó en las grandes alturas, al conquistar el regio Alejandro Villarreal el pasado 19 de mayo el cielo de Nepal mientras todo México dormía, lugar donde se ubica el Cho Oyu.

Fueron muchos meses de planeación, de preparación técnica y física y de tocar innumerables puertas en busca de los 40 mil dólares del proyecto, pero todo eso valió la pena para que Villarreal alcanzara a las 2:30 de la madrugada de Monterrey de ese día, una de las cumbres más alta del orbe.

"Estoy muy contento", señaló un adormilado Villarreal, vía telefónica desde la habitación de su hotel en Nepal, "tomó tres años llegar a la cumbre, la cual fue muy bonita, pero muy difícil el día; las últimas dos horas que estuve arriba de los 8 mil metros fueron muy difíciles.

"A mí me toco subir, me tocó sentir el frío y el cansancio, pero el que está subiendo es Monterrey a través de toda la motivación y todo el empuje, empezando por mis padres, quienes son los mejores escaladores del mundo, hasta amigos que me dieron 50 pesos para hacer posible el viaje y hasta aquellos que me dieron una sonrisa y una palmada que fueron más que suficiente para venir acá", dijo.

Villarreal, de 27 años de edad y con 10 años en este deporte, realizó la expedición con el también regio José Manuel Rodríguez, de 47 años, y con 25 de experiencia en esta disciplina, que también hizo el intento, pero que no logró hacer cumbre por diferentes circunstancias que se le presentaron en el camino.

Ambos montañistas han conseguido importantes cumbres de México, América y Africa, destacando el Huascarán, Illimani, Chimborazo, Cotopaxi, Aconcagua, McKinley, Rainier y Kilimanjaro.

La felicidad de Alejandro fue opacada por la muerte de dos miembros que integraban la expedición, un ruso y una finlandesa, quienes después de hacer cumbre, descendieron de manera precipitada y ocurrió el fatal accidente.

Padres orgullosos

Entrevistado en su casa y con el llanto que lo invade al recordar la hazaña de su hijo, don José Villarreal dice con voz entrecortada que es un orgullo lo que Alejandro consiguió para Nuevo León y México.

"Tengo una gran satisfacción que sea el primer nuevoleonés en hacer un ocho mil", dijo el padre...

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