Regalo libertador

AutorJuan Raúl Rivera

GUADALAJARA.- Por unos momentos las penas quedaron en el olvido.

Las Chivas ofrecieron una visita esperanzadora al Cereso de Puente Grande, en Jalisco, al realizar una práctica en la cancha que Jorge Vergara, quien no estuvo presente, regaló al reclusorio, la cual prometió en abril del 2011.

Durante casi tres horas, unos mil 500 reclusos de los 5 mil 500 que están en el CRS, se olvidaron un poco de la agobiante y triste rutina para liberar por medio de gritos y risas esos deseos que por meses y años han estado encerrados.

Para muchos fue un sueño hecho realidad ver un entrenamiento de las Chivas a sólo unos metros. Una malla ciclónica era lo único que dividía su pasión.

"Regresaste a casa (Miguel) Sabah", se escuchó un grito perdido, "Muévete (Rafael) Márquez Lugo", expresó un recluso.

El plantel de inmediato fue empático con los reos. Durante el torito con el que entraron en calor, Benjamín Galindo les regaló un par de balones y Marco Fabián, Jorge Enríquez y Héctor Reynoso también hicieron lo propio. El esférico en el aire movió la ambición de más de un recluso y luego lucharon por la pelota.

Para presenciar el entrenamiento regenerativo que realizó el plantel rojiblanco, no hubo tribunas. Al contrario, los reos nutrieron en demasía el contorno de la cancha de césped sintético, valuada en 200 mil dólares.

La mirada era profunda del algunos reclusos, pero a la vez sorpresiva. Unas tres veces se animaron y el "Chivas, Chivas", adornó la primera práctica del Rebaño en la semana de cara al duelo ante el Puebla del próximo domingo.

Un par de reos, seguramente de los mejor portados, tuvieron el privilegio de estrenar la cancha al realizar el torito con todo el plantel.

Al notar la euforia, Galindo de plano...

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